La activista Yolanda Santana Ayala, miembro del movimiento de derechos humanos Damas de Blanco, denunció esta semana que su familia sufre continuo “acoso” de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y del Departamento de la Seguridad del Estado (DSE).
“Yo, Yolanda Santana Ayala, Dama de Blanco y ex presa política, denuncio a esta dictadura por acoso con mi familia”, afirmó la activista en una publicación en redes sociales.
Según el testimonio de Santana, al mediodía del miércoles 7 de septiembre, “se presentó (sic) a mi vivienda cuatro oficiales de Búsqueda y captura de la PNR del Capri buscando a mi hijo Javier Rodríguez Santana, que supuestamente está acusado de amenaza por una supuesta esposa”.
La Dama de Blanco alega que la mujer que acusa a su hijo “supuestamente vive en Santa Amalia, cuando la única esposa que tiene mi hijo se llama Eliane Sánchez, con la cual tiene dos niños chiquitos”.
De acuerdo con la activista, “no es la primera vez que la Seguridad del Estado va a mi casa a estar acusando a mi hijo por gusto, el día 30 de mayo del 2022 vinieron a mi casa acusándolo por un supuesto delito de amenaza con arma blanca donde se demostró su inocencia ya que no había sido él”.
Santana relata que el pasado 23 de agosto, “estuvieron en mi casa acusándolo también por la Delegada [de la circunscripción]”. La activista denuncia que tienen a su nieto, el hijo de Javier Rodríguez Santana, “y a los demás niños asustados, ya que constantemente el DSE y la policía política están tratando de hacernos la vida imposible por mi forma de pensar”.
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La activista enfatizó: “Soy Dama de Blanco y no me voy a quitar, ni pacto con la Seguridad. Hasta cuándo van a estar jodiendo a mi familia, ya lo hicieron conmigo, con mi hijo lo han hecho en varias ocasiones, también con mi nieta, mi hija y mi yerno”.
“Basta ya de hacerle la vida imposible a mi familia. Vivan las Damas de Blanco. Patria y Vida. Revolución es represión”, concluyó Yolanda Santana Ayala.
Las Damas de Blanco constituyen un movimiento ciudadano de oposición fundado en 2003, a raíz de la llamada Primavera Negra durante la cual fueron encarcelados 75 opositores, activistas y periodistas independientes. El movimiento reúne a esposas y otras familiares de presos políticos. Se hicieron célebres por marchar pacíficamente por las calles, principalmente de La Habana, con flores en la mano, durante demostraciones públicas de protesta que han sido fuertemente reprimidas por las autoridades. En 2005, el Parlamento Europeo les otorgó a las Damas de Blanco el Premio Sájarov a la Libertad de Pensamiento.
