“Yo veo en el horizonte el colapso total del sistema eléctrico cubano” y no como resultado del embargo sino de la mala gestión del sector energético por parte del Estado cubano, aseguró recientemente el experto en energía Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, en la ciudad de Austin.
Piñón consideró en entrevista con Radio Televisión Martí que la crítica situación energética que vive Cuba, caracterizada por una generación insuficiente para cubrir la demanda y por prolongados y frecuentes apagones en toda la isla, no se puede resolver con reparaciones parciales como está haciendo el régimen.
“No pueden seguir con esta política de curitas, de tratar con las plantas generadoras termoeléctricas que alquilaron ahora de Turquía... Es decir, hace falta una recapitalización estructural”, afirmó el experto, que ha trabajado durante su carrera para importantes compañías como Shell Oil Company, Transworld Oil, Amoco Corporation y BP.
Piñón cuestionó a los detentores del poder en Cuba por haber desperdiciado multimillonarias inversiones en el sector energético y seguir apuntando al embargo como la causa de todos los males.
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El presidente designado del régimen, Miguel Díaz-Canel, afirmó recientemente que las causas principales de la crisis energética nacional eran “las roturas y la falta de mantenimiento acumulado debido a los problemas de financiamiento, sobre todo asociados a las limitaciones impuestas por el bloqueo” y al déficit de combustible asociado a la “persecución financiera”.
Sin embargo, Piñón citó varios ejemplos que desacreditan la argumentación gubernamental.
“En el 2014 se anunció, y se firmó en el 2016, un acuerdo con Inter-RAO de Rusia por 1.300 millones de euros para la construcción de cuatro unidades de 200 Mega Watts cada una por un total de 800 Mega Watts, tres para La Habana del Este y uno para Mariel y aquí estamos. La pregunta mía al gobierno cubano es ¿qué pasó con ese acuerdo que se firmó en el 2016 con Inter RAO-(Export)?”, expuso.
Asimismo, cuestionó el desenlace del proyecto de energía eólica de La Herradura, en la provincia de Las Tunas, impulsado en 2013.
Ese proyecto contemplaba 54 turbinas para la generación de 100 Mega Watts y fue financiado y equipado en su totalidad por China. “No tiene que ver nada con el embargo”, dijo Piñón, a la vez que criticó que el proyecto de 140 millones de dólares para construir la planta de biomasa en el central Ciro Redondo, en Ciego de Ávila, tampoco esté rindiendo frutos hasta el momento.
Con inversiones de una compañía inglesa y Azcuba, la planta de biomasa se terminó en diciembre y estaba lista para operar en diciembre de 2021, pero no lo está haciendo.
“¿Por qué no está operando? Porque no hay caña. No tienen ni marabú”, explicó el especialista, consultor y miembro de reconocidas entidades dedicadas al estudio de temas cubanos como el Cuba Task Force en The Brookings Institution, The Council of the Americas y la Asociación de Estudios de la Economía Cubana (ASCE).