La Seguridad del Estado interrogó el pasado 18 de mayo a la bibliotecaria cubana Carolina Sansón en la estación policial de Zapata y C, La Habana, denunció la activista en sus redes sociales.
Sansón explicó que esta nueva citación para interrogatorio ocurrió "después de que la semana pasada vinieran a molestar a una de mis vecinas con una citación y ponerme una patrulla abajo de mi edificio durante todo el día haciendo el ridículo porque yo no estaba parando en mi casa. Pero bueno, ellos siempre han sido muy consecuentes con eso de hacer el ridículo y con su forma irracional de actuar".
La joven católica se presentó en la estación policial el miércoles a las 2 p.m, como indicaba la citación y durante varios minutos el teniente 'Ernesto', que se encargaría de su interrogatorio, no aparecía.
"Ya como todos sabemos que los agentes de la SE tienen una lista interminable de nombres que usan a su antojo y que los mismos policías la mayoría de las veces no tienen ni idea del seudónimo que eligieron para cada interrogatorio decidí esperar el tiempo de cortesía y al poco rato llegó el tal Ernesto con otros dos muchachos que nunca me dijeron sus nombres", agregó.
Sansón no habló durante el interrogatorio, y a su vez dijo que 'Ernesto' "parecía más concentrado en demostrarme sus conocimientos (que en mi opinión, son bastante cortos). Luego intentó hacerme preguntas de mi vida personal, las cuales deje bien claro que no iba a responder allí, como si fueran nuevos".
Mientras la activista era interrogada otros dos agentes de la Seguridad del Estado interrogaron a su padre, quien se encontraba solo en la vivienda, denunció Sansón.
No es la primera vez que el régimen cubano acosa a Sansón. En junio de 2021, también fue citada a un interrogatorio por la Seguridad del Estado.
En esa ocasión, se debió a que Sansón integró el grupo que en la tarde del 27 de junio de 2021 consiguió llegar hasta “Villa Marista”, para indagar sobre el artista Hamlet Lavastida, detenido allí.
También fue reprimida en abril de 2021 por acudir a la estación policial de Infanta y Manglar a interesarse por el artivista Luis Manuel Otero Alcántara, cuando este permanecía arrestado arbitrariamente.