El pasado jueves 30 de septiembre, en el Museo Americano de la Diáspora Cubana (Coral Gables, FL), tuvo lugar el foro para analizar los 20 años de la Carta Democrática Interamericana, su misión, los logros y los desafíos.
Este evento estuvo patrocinado por el Interamerican Institute for Democracy (IID), la Fundación Internacional para Libertad de la Diáspora Cubana y la Fundación Inspire America.
La apertura del foro estuvo a cargo del presidente de Inspire America, Marcell Felipe, y le siguieron tres mesas redondas que abordaron, desde las perspectivas académica, jurídica y política, el estado de la democracia en América Latina y la utilidad de la Carta Democrática Interamericana.
El presidente de Inspire America recordó el contexto en que nació el museo como espacio para dar voz al exilio cubano, narró cómo la diáspora ha estado planteando escenarios e ideas para Cuba, para pensar el futuro de Cuba. Respecto a la Carta, dijo, “los acuerdos y los tratados internacionales existen para ser cumplidos y tienen efectos legales”.
Tomás Regalado, ex Alcalde de Miami, afirmó que “es un mito que el socialismo y el comunismo sólo llegan a los países pobres”.
Regalado confirmó la existencia de opiniones divididas sobre la Carta Democrática: algunos dicen que es “inocua” y otros dicen que la democracia en América Latina sería incluso más “deficitaria” sin ella. El republicano también recordó a la OEA insulsa, anterior al actual secretario, Luis Almagro.
Por su parte, Ricardo Israel, jurista chileno, recordó que transcurridos 20 años de la Carta Democrática, América Latina hoy tiene más dictaduras, con la novedad de que estas llegaron por la vía electoral. Así las cosas, el populismo, el autoritarismo y las dictaduras, son la gran amenaza que se cierne sobre los procesos democráticos de las Américas.
El académico Eduardo Gamarra retomó planteamientos de diferentes autores que cuestionaron en décadas anteriores por qué, a derecha e izquierda, en América Latina la democracia ha sido la segunda opción, mientras que el autoritarismo ha sido la primera, la más atractiva, aquella hacia la que resulta más fácil decantarse.
“Seguimos enfrascados en ese debate”, indicó. “No somos democracias sino autoritarismos competitivos”, Centroamérica y Suramérica ofrecen muchos ejemplos. Pocos países de América Latina son democracias representativas en un sentido cabal, deslizó. Gamarra notó, sin embargo, que el presidente Biden ha puesto la cuestión central en el debate: democracia representativa o autoritarismo.
La periodista Judith Flores abordó y cuestionó la vigencia de la Carta Democrática a la luz de la realidad nicaragüense. Flores diseccionó al régimen y a la dinastía Ortega -la pareja presidencial que maneja el país como su hacienda y que ha consolidado una dinastía- que ha sumido al país en una dictadura cuyos efectos de derrame ya resiente la región. Flores concluyó, hacia el final de su intervención, que debe caer la dictadura cubana y ello generará una suerte de “efecto dominó” en la región.
Iliana Lavastida, directora del Diario Las Américas, no consideró que haya desinterés del periodismo y de los medios en la aplicación de la Carta Democrática, pero si estima que la cuestión es si esta es vinculante y operativa en términos prácticos.
Lavastida abordó el papel de la dictadura cubana para desestabilizar a América Latina durante seis décadas, antes con el entrenamiento de guerrillas latinoamericanas, hoy con las misiones médicas que se prestan para todo tipo de excesos e irregularidades.
Las misiones médicas cubanas abarcan desde formas de explotación y esclavitud contemporáneas hasta tareas de espionaje y adoctrinamiento, además de la discrecionalidad y la falta de transparencia con la que se conducen los gobiernos que hacen contratos con la dictadura de La Habana, pagando sobrecostos por los servicios médicos y permitiéndole ingentes recursos a la dictadura.
La directora del Diario Las Américas abordó el papel del castrismo y su injerencia en los sistemas latinoamericanos, así como la articulación posterior de un eje Cuba- Foro de São Paulo- Grupo de Puebla. “El daño que hizo Cuba en la región es palpable”, dijo. “Hay que dar la estocada final a la raíz del mal de toda la región y apoyar la libertad del pueblo cubano”, concluyó.
Felix Llerena, joven activista cubano, defendió el papel del secretario Almagro en la OEA y afirmó que “ha traído vigencia a la Organización de Estados Americanos”, mientras que expuso los roles que han jugado CELAC, UNASUR y CARICOM, para la defensa de las dictaduras de Cuba y de Venezuela, jugando un rol nefasto para la democracia tendente a debilitar a la OEA.
Llerena también habló del liderazgo de los jóvenes y de lo que pueden hacer y, de hecho, están haciendo para cambiar la realidad de la Isla. Todos aquellos que se movilizan dentro y fuera, especialmente quienes luchan por la libertad a pesar de vivir bajo un régimen totalitario, saben que “el ser humano nace para ser libre”, exclamó.