La madre cubana Heriette Valdés denunció este domingo que no tiene ni dipirona para bajarle la fiebre a su hija asmática de 12 años, positiva a la COVID-19.
Según contó en redes sociales, toda su familia en Matanzas -incluido otro menor de seis años- está contagiada: perdieron el olfato y tienen otros síntomas del virus, sin embargo, no llega la ambulancia para ingresarles.
El hijo más pequeño tiene además una lesión en el pulmón.
"Los médicos no saben ni qué decirte, ya que la respuesta no está en sus manos y no tenemos una dipirona, nada para bajar la fiebre. Nos estamos muriendo por pilas en casa. Lo que nos toca hablar cuando nos duele", añadió.
También Valdés envió un mensaje al gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel.
"Te digo que a mi hija no le pase nada porque nos llenamos la boca de decir que Cuba es una potencia médica. ¿De que hablamos si nuestros propios médicos no tienen respuesta para sus pacientes? La provincia de Matanzas cayó en esta crisis luego de la segunda vacuna. Espero respuesta, si mañana a mi hija no le hacen su PCR veremos a cómo tocamos, estamos todos en casa en espera", concluyó.
Horas después, en la madrugada de este 28 de junio, la mujer publicó una imagen de su hija con fiebre de 40 grados.
Desde hace meses, cubanos vienen denunciando la saturación del sistema sanitario durante la pandemia de COVID-19.
La semana anterior trascendió el colapso del del Hospital Provincial Universitario "Manuel Ascunce Domenech" en la provincia de Camagüey.
La foto fue publicada en la página de Facebook "Cubanos Canadienses por una Cuba Democrática".
En ella se observan al menos dos pacientes, incluida una adulta mayor, acostados en el suelo del centro médico, al parecer por falta de camas desocupadas.
Luego el asistente de camillero, Omar Ortega, denunció en redes sociales el colapso del Hospital General Provincial Docente "Roberto Rodríguez Fernández" en el municipio Morón, de Ciego de Ávila.
A través de una directa en Facebook, Ortega explicó que hay una 'situación caótica' en el centro médico desde hace tres días, específicamente en la Sala de Vías Respiratorias, con pacientes sospechosos de COVID-19.