Un último adiós desde la escalerilla del Marine One, el helicóptero presidencial, fue la despedida de Donald Trump en las afueras de la Casa Blanca poco antes de que Joe Biden comience sus cuatros años de estancia en la residencia gubernamental.
“Ha sido un gran honor. El gran honor de mi vida. La gente más grandiosa del mundo, el hogar más grandioso del mundo. Hemos tenido cuatro años increíbles. Hemos logrado mucho. Amamos al pueblo estadounidense y, nuevamente, ha sido algo muy especial”, dijo Trump a los periodistas afuera de la Casa Blanca.
Trump y la primera dama Melania salieron de la Casa Blanca aproximadamente a las 8 a.m. Se dirigían al resort Mar-a-Lago de Trump en Palm Beach, pero antes, hicieron en escala en la Base Aérea Andrews, de la Fuerza Aérea, donde dio su discurso de despedida
Durante su breve parada en Andrews (Maryland), se transfirió del Marine One al Air Force One y le dijo a una multitud de seguidores: “Los amamos. Regresaremos de alguna forma”.
Antes había anunciado que no asistiría al discurso de su sucesor, algo que no había sucedido desde hace 150 años. Biden dijo que esa decisión es “una de las pocas cosas en las que él y yo hemos acordado”.
Aunque no dio una razón. Trump será el primer presidente en funciones desde Andrew Johnson en no asistir a todas las ceremonias inaugurales de su sucesor, según la Asociación Histórica de la Casa Blanca. Woodrow Wilson no asistió a la ceremonia pública de su antecesor, pero acompañó a quien lo sucedió, Warren Harding, al Capitolio.
La inauguración de Biden será reducida y contará con pocos invitados. Los organizadores dicen que el pequeño evento se debe a la pandemia de COVID-19.
También señaló que se desarrollaron varias vacunas COVID-19 en menos de un año, gracias al apoyo y financiamiento de su administración.
Para muchos expertos, los cuatro años de Trump pasarán a la historia como una de las presidencias más controvertidas de Estados Unidos. En el país, el republicano tiene grandes detractores y enemigos, pero al mismo tiempo una legión de seguidores acérrimos.
Unos 70 millones de estadounidenses votaron a su favor durante las últimas elecciones, que marcaron récord de asistencia, y que Trump impugnó asegurando que se había cometido un fraude electoral contra él.
Antes de irse, dejó una estela de acontecimientos sin precedentes relacionados con su persona. Un grupo de seguidores suyos asaltó el Capitolio y la semana pasada la Cámara de Representantes —con mayoría demócrata— votó a favor de someterlo a juicio político por segunda vez en cuatro años.
Los únicos dos presidentes que sufrieron un impeachment —Andrew Johnson, en 1868, y Bill Clinton, en 1998— estaban en su segundo mandato. Richard Nixon dimitió en 1974 antes de que en impeachment fuera presentado.