El diario La Nación, de Costa Rica, publicó una nota editorial en la que denuncia que el embajador cubano en ese país, Jorge Rodríguez, “miente” en lo relacionado a los activistas pacíficos del Movimiento San Isidro en La Habana.
El medio tico rechazó un artículo difamador de Rodríguez, quien arremetió contra La Nación por reportar los abusos del régimen contra los mencionados activistas y artistas disidentes.
“La Nación no es Granma, periódico oficial de la dictadura cubana. No mentimos, como lo hace Granma de forma cotidiana, ni puede el embajador decirnos sobre qué informar, como lo hacen las autoridades cubanas con su prensa sumisa. El Gobierno de Costa Rica no nos gira instrucciones, menos las vamos a aceptar de un diplomático extranjero”.
Primer editorial de La Nación
Una extensa editorial publicó el domingo, referida al MSI, la condena arbitraria de Denis Solís y la lucha de sus compañeros (que incluyó huelgas de hambre y sed), lo que mereció la solidaridad de los cubanos en todo el mundo.
El mencionado periódico, no anduvo con medias tintas: señaló al gobierno cubano como una “dictadura”, denunció su asalto violento a la sede del MSI para terminar la protesta, el “apagón digital” que utilizó el régimen para enmascararse, así como informó de la protesta de cientos de cubanos frente al Ministerio de Cultura, y la traición de los acuerdos por parte del castrismo.
“Por desgracia, lo que a corto plazo puede predecirse es mayor represión. Pero no podemos descartar que lo que comenzó en la calle Damas 955, en La Habana Vieja, sede del Movimiento San Isidro, se extienda a otros lugares de la capital y la Isla, y su fermento genere cambios sociales y políticos”, observó La Nación.
Castrismo responde con ataque del embajador
Ante la exposición de los desmanes de la dictadura, el embajador de Cuba en Costa Rica, Jorge Rodríguez, arremetió contra lo que calificó ridículamente de “36 mentiras” contra su país.
El diplomático, insólitamente, como si viviera en un mundo paralelo o suscribiendo los estilos de políticos autoritarios en la era de la “posverdad”, llega a afirmar que sus afirmaciones descalificando al MSI y La Nación pueden ser comprobadas en internet.
Entre otras cosas, y según reportó la agencia oficialista Prensa Latina, Rodríguez sostuvo que Solís “no es rapero, ni artista”, y para eso citó a la Agencia Cubana de Rap, una dependencia gubernamental. El castrismo mueve los hilos de sus instituciones para su campaña de propaganda, y luego sus enviados en el exterior pretenden mostrar como evidencia las publicaciones y pronunciamientos del propio sistema totalitario.
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También justifica el dudoso delito de “desacato”, con el que enjuiciaron a Solís, y califica las acciones cívicas de sus compañeros de San Isidro como “una farsa”, llegando a negar la existencia misma del movimiento.
“Los reunidos en la calle Damas publicaron en redes sociales cómo bailaban y hasta retozaban con juguetes sexuales. No son artistas. No tienen obra alguna. No trabajan. Viven del dinero dispuesto por el gobierno de EE.UU. para la subversión en Cuba”, aseguró el embajador Rodríguez en el colmo del delirio descalificador.
Además, repite falsedades construidas por el régimen, al escribir que “es público que los concentrados el 27 de noviembre en el Ministerio de Cultura de Cuba fueron convocados desde el exterior y entre ellos había personas instruidas, también desde el exterior, para cometer actos vandálicos y atroces para provocar un estallido social”.
La Nación pone en su sitio a embajador que "miente"
En su nota de respuesta al ataque del diplomático, el diario de Costa Rica desnuda al castrismo: “Ni La Nación miente ni falta a la verdad la prensa independiente de todo el mundo cuando formula las mismas denuncias sobre la represión de los artistas cubanos, junto a Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos de prestigio”, explica.
El medio de prensa expresa que no vale la pena extenderse sobre el texto del embajador, y que basta una muestra para aquilatar sus afirmaciones: “«Denis Solís no es rapero, ni artista según ha dicho la misma Agencia Cubana de Rap que agrupa a los intérpretes de ese género musical». La Agencia Cubana de Rap, subordinada al Instituto Cubano de la Música, dependiente del Ministerio de Cultura del régimen, decide quién es artista de ese género y punto. ¿Podría haber mejor prueba del minucioso control del régimen cubano sobre todo tipo de expresión que la existencia misma de una agencia del rap? Sería cómico si no fuera tan trágico”.
Por último, y como estocada definitiva, La Nación emplaza a que publiquen esa respuesta en diarios castristas (como sí hicieron ellos con las diatribas del diplomático), y demuestren así que tienen libertad de prensa: “Si el embajador estimara conveniente publicar esta nota de redacción en la prensa cubana para poner a sus conciudadanos al tanto de lo que se dice en el extranjero, desde ahora autorizamos la reproducción”.
Caricatura del cineasta y diseñador cubano Yimit Ramírez