Raúl Castro visitó este fin de semana una fábrica de culeros desechables y otras dependencias de la Zona Especial de Mariel junto a otros miembros de la cúpula dirigente cubana, entre los que destacan Miguel Díaz-Canel y Ramiro Valdés.
Castro terminó la vista con un recorrido por la fábrica de pañales desechables y de protectores diarios, perteneciente a la empresa Thai Binh Global Investment Corporation, la primera de Vietnam en establecerse allí.
Según explicó Vi Nguyen, su directora, producen anualmente 120 millones de pañales y 240 millones de protectores diarios, que se comercializan en las tiendas en MLC abiertas por el régimen para captar dólares y otras divisas.
Como la demanda del país resulta mucho mayor, se trabaja en una segunda línea de pañales y en una nueva para la producción de toallas húmedas, que deben estar funcionando el próximo año.
Castro calificó de “maravilla” ese enclave industrial y comercial ubicado a 45 kilómetros de La Habana y que comenzó a construirse gracias al apoyo del gobierno brasileño de Lula da Silva, quien dio el crédito para financiarlo.
En el encuentro con los dirigentes cubanos participó Eduardo Martínez, presidente de BioCubaFarma, quien ofreció pormenores del Industrial Biotecnológico CIGB-Mariel, un complejo investigativo e industrial con capital 100% cubano y que cumplirá “con las normas más exigentes de ese sector en el mundo”, según Granma.
Martínez Díaz apuntó que en la planta se producirán medicamentos cubanos como el Heberprot – P, el Heber Nasvac, vacuna terapéutica recombinante contra la hepatitis B, el Heberferón, para el cáncer de piel, cerebro y riñón, y que es además uno de los medicamentos más efectivos en el protocolo contra la COVID-19 y la Proctoquinasa, para el tratamiento de las crisis hemorroidales agudas.
En la Zona Especial se han invertido más de 3 000 millones de pesos desde el 2011, según refirió un funcionario durante la visita.
El directivo, Osvaldo Bravo Borrego, ofreció detalles sobre la incorporación de la industria nacional en la infraestructura del Mariel y de las labores de dragado que se ejecutan en la bahía, un asunto vital para el futuro de la Zona.
La directora de la Oficina de la Zona, Ana Teresa Igarza, señaló que hasta la fecha se han logrado 55 negocios: 31 en operaciones; y están diversificados en importantes áreas como las industrias alimentaria, ligera y siderúrgica, la construcción, la electrónica, la logística, la energía y las ramas financieras y bancarias.
En la Zona Especial, precisó luego, se han generado más de 11 700 empleos, tanto directos como indirectos.
Cuando inauguró en 2014 junto a Raúl Castro la terminal de contenedores de Mariel —primera parte de la obra— la entonces presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil había otorgado al Gobierno cubano 802 millones de dólares en créditos, a los que se sumarían otros 290 millones.
La constructora Odebrecht —con su presidente hoy en la cárcel por corrupción— fue la más importante compañía vinculada a Mariel, aunque otras 400 empresas brasileñas participaban en las obras.