Omara Ruiz Urquiola reafirmó este lunes su deseo de “que la región se posicione de una manera coherente, articulada” sobre la realidad de lo que está sucediendo en Cuba.
Radio Martí pudo conversar vía telefónica con la profesora y activista de derechos humanos, y quien pese a su situación de salud —padece de cáncer— se ha mantenido firme con su presencia y su rol de vocera de los huelguistas del Movimiento San Isidro, en La Habana Vieja.
Ante la pregunta de qué se le pide a la comunidad internacional que haga frente al régimen cubano, expresó: “que nos escuchen; que no sigan avalando al régimen, que no lo sigan mirando a la cara con todos los maltratos que están ocurriendo. Por ejemplo, puntualmente, Michelle Bachelet. (Ella) avala un informe sobre la violación de DDHH en Venezuela y no se hace nada respecto a Cuba que es el origen de esas violaciones de DDHH en toda la región”.
Sobre si ve factible que las actuaciones de la comunidad internacional logren algún efecto sobre el comportamiento del régimen contra la sociedad civil cubana, la catedrática respondió con un categórico “sí lo veo posible”.
Ruiz Urquiola explicó que para el régimen cubano es muy importante el posicionamiento en la Unión Europea y América Latina.
“No es por gusto (o casual) que Perú haya sido quien haya propuesto al régimen para ser parte del Consejo de DDHH de la ONU en Ginebra; es decir, la propuesta vino de la región, de un presidente que ha sido recientemente destituido por determinadas cuestiones internas de gobernabilidad. No obstante, la región y Europa, porque evidentemente EEUU lo está haciendo bien, la región y Europa deben condicionar el relacionamiento con el gobierno cubano”, expresó la catedrática.
Ruiz Urquiola opinó que cuando el gobierno cubano “siente el aislamiento político que por supuesto trae detrás el aislamiento económico de Europa y de América Latina, entonces podemos pensar en que va a haber una posibilidad de inclusión de la sociedad civil cubana para prever un futuro donde todos quepamos”.
La activista imagina ese futuro con “una mesa de diálogo donde se siente la oposición, las distintas facciones de la oposición y de la sociedad civil cubana que ha sido marginada, la verdadera sociedad civil cubana”.
Los 14 recluidos en la sede del MSI permanecen cercados desde hace varios días, algunos de ellos en huelga de hambre y sed. Todo ellos se concentraron el lunes en la vivienda para protestar por la condena a Solís, a quien un tribunal de La Habana consideró culpable de “desacato” en un irregular proceso, por haber insultado a un policía que irrumpió ilegalmente en su casa.
La salud de varios huelguistas, especialmente Luis Manuel Otero y Maykel Castillo se deteriora a ojos vista: han bajado de peso, tienen los labios cuarteados, presentan un cuadro hipoglucémico y podrían tener un fallo general del organismo en cualquier momento.
Varias organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ya mostraron su apoyo al MSI y denunciaron el agravamiento de la situación de derechos humanos en Cuba.
Hasta el momento, no ocurre ningún pronunciamiento oficial de gobiernos occidentales sobre el caso, aunque el canciller Bruno Rodríguez sostuvo este 23 de noviembre conversaciones con su homólogo español, presumiblemente sobre este asunto.
Redactado con información de Radio Martí y ADN Cuba.