La Caravana Anticomunista por la Libertad y la Democracia paralizó este 10 de octubre la ciudad de Miami al unir a muchos más asistentes de lo previsto en torno a un claro mensaje más allá del lema de la convocatoria: el comunismo es miseria y falta de libertad, no se dejen engañar.
Así vociferó ante los micrófonos de ADN Cuba uno de los muchos participantes del evento apartidista, iniciativa de la Asamblea de la Resistencia, un colectivo que reúne a más de 40 organizaciones por la democracia en Miami.
Esta gran asistencia es “un mensaje de muchos padres cubanos para sus hijos nacidos aquí, para que entiendan la miseria que trae el comunismo y no se dejen engañar”, dijo, con la velocidad que imponía su marcha por una de las calles contempladas en el itinerario de lo que ya muchos definen como “la madre de todas las caravanas de Miami”.
La iniciativa no sólo ha convocado a cubanos, sino también a residentes en Estados Unidos provenientes de países gobernados por regímenes no democráticos como Venezuela y Nicaragua. En solidaridad con ellos también se vio a colombianos y nacionales de otros países latinoamericanos.
El filósofo cubano Orlando Gutiérrez Boronat, quien ha hecho las veces de vocero del evento, en el que también participó la Brigada 2506, Alpha 66 y otras organizaciones del exilio cubano, comentó a ADN Cuba que la caravana rebasó sus expectativas.
“Yo pensaba que sería grande, ¿pero a este nivel?: ¡Ha sido masivo! El exilio cubano ha dado una muestra contundente de unidad de lucha y de voluntad de libertad”, dijo, al tiempo que detalló que, con el evento, que también ha tenido expresión dentro de Cuba, se ha iniciado “el camino hacia la segunda independencia de Cuba, del comunismo opresor, y lo hace un exilio unido en todas sus generaciones y hermanados con pueblos latinoamericanos”.
“Apoyamos la ley y el orden en los Estados Unidos y no queremos paralizar la ciudad a menos que sea un día indicado para dar un mensaje de la envergadura moral de éste”, agregó Gutiérrez Boronat, en referencia al aniversario 152 del Grito de Yara, hecho que marcó el inicio de las luchas por la independencia de la isla frente al colonialismo español.
“El motor impulsor de las presiones y la lucha contra el régimen criminal que oprime a Cuba es la Resistencia Cubana dentro y fuera de la isla. Con este pronunciamiento estamos dejando claro que estamos en pie de lucha como nunca antes, el exilio está más unido, más enfocado y más fuerte que nunca”, concluyó el destacado intelectual, una de las figuras más aglutinadoras del exilio.
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Pese a su carácter apartidista, a la caravana llegaron muchos autos con banderas de la campaña de reelección del actual presidente estadounidense, Donald Trump, porque, según expresaron algunos de ellos, los votantes republicanos y su Partido se unen de manera masiva al llamado anticomunista.
El acto inició con puntualidad y en breves minutos ante los micrófonos hicieron uso de la palabra Silvia Iriondo, de Mar por Cuba; los expresos políticos del régimen cubano Jorge Luis Pérez Antúnez y Luis Zúñiga; y Gutiérrez Boronat, del Directorio Democrático.
A las 9:53, hora local, se abrían las rejas de acceso a la 37ma Avenida para dar inicio a una manifestación que, como pocas, aglutinó a muchas familias y las hizo echar a andar sus autos bajo el ritmo de los “Tres de La Habana”, grupo de música popular bailable de Cuba que recientemente estrenó un nuevo tema musical en apoyo a la candidatura a la presidencia de Trump.
Por las calles de Miami transitaron unos 30 000 carros, según datos de la policía local, con niños, adultos y abuelos, todos los cuales rompieron la dinámica tradicional de la ciudad para dejar muy en claro su mensaje de rechazo al comunismo y los sistemas que lo adoptan como ideología.
Oziel González, dirigente de la organización anticastrista Alpha-66, y quien tenía sobre su auto una bandera cubana y otra de Estados Unidos, dijo a esta revista que desde hacía años no veía una manifestación similar. Sólo es comparable, precisó, con la que se hizo en la capital del exilio durante la saga del entonces pequeño Elián González.
Por su magnitud, duración y fervor, la caravana de este sábado deja en claro que Miami se consagra como la capital anticomunista del mundo.