Noel Díaz Mato es un cubano de 60 años de edad propietario de la finca San Francisco –ubicada en el municipio Santa Cruz del Norte de la provincia Mayabeque–, y miembro del Movimiento Opositor por una Nueva República (MONR) y del Movimiento Democracia (MD). A pesar de ser un discapacitado por ceguera, este ciudadano está viviendo una pesadilla desde el comienzo del presente mes.
El día 1ro de septiembre a las 4:00 p.m. cinco agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) cometen la primera violación de la ley en su contra, al llegar a su finca sin presentar una orden de detención y lo apresan. Noel es conducido para la estación de la PNR de Santa Cruz del Norte, donde la policía le niega el derecho a comunicarse mediante llamada telefónica con su familia. Lo mantienen en calabozo un período de tiempo de cinco días.
Las autoridades nos dijeron inicialmente que mi papá estaba acusado de “intento de salida ilegal del país” y que estaba junto a otros construyendo una balsa, explica una integrante de su familia.
Este jueves 17 de septiembre los jueces del Tribunal Provincial Popular de La Habana Ángel García Leyva, Irene Asunción Macía Mondéjar, Yaimi Roque Sánchez, Regla Roxana Sotolongo Falucho y Silvia Izquierdo Moreira, respondieron al recurso Hábeas Corpus, entregado por un activista de la MONR.
“En la respuesta me dicen que está acusado de homicidio, todo muy absurdo”, narra con una mezcla de indignación y desconsuelo Yaima Díaz Rodríguez, una de las hijas de Noel.
Dicho documento está plagado de falsedades entre las que destacan que Noel fue instruido por homicidio el día 1ro de septiembre y que fue puesto en libertad el día 5 de septiembre, comenta la abogada Laritza Diversent, directora de la organización Cubalex.
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La versión de la policía consiste en que unas personas construían una balsa en la finca de Noel con intenciones de salir del país. “La finca de mi padre es muy grande, tiene una loma y muchos lugares a los cuales él por su ceguera no puede llegar, mucho menos construir o dirigir la construcción de una balsa sin poder ver”.
De acuerdo con Yaima, su padre estuvo descompensado de la presión los cinco días que estuvo en los calabozos, por lo que tuvo que ser llevado en varias ocasiones a un centro de salud para tratarlo. No solamente sufre de hipertensión, también padece de cirrosis hepática y glaucoma avanzado debido al cual perdió totalmente la visión de un ojo, y con el otro a duras penas divisa la presencia de luz.
El día 5 de septiembre Noel es trasladado hacia la unidad conocida como “El Técnico de San José de Las Lajas”, lugar donde la familia pudo ser testigo de los maltratos a los que fue sometido.
“Mi padre necesita administrarse los colirios Timolol y Dorzolamida cada 12 horas para evitar que avance el glaucoma del único ojo que percibe luz y toma enalapril para la presión. Lo tuvieron dos días sin administrarle ningún medicamento en este lugar. También necesita una dieta especial por ser paciente de cirrosis hepática y durante varios días no le permitieron aquí en el Técnico de San José recibir la comida que nosotros los familiares le llevamos”.
En dicho centro de detención sufrió un intenso dolor abdominal por lo cual fue llevado a un hospital.
“Viví la amarga experiencia de ver como el policía que vigilaba y conducía a mi papá al Hospital Leopoldito Díaz de San José de Las Lajas, lo maltrataba con empujones y ofensas por lo cual me quejé a los agentes. Ese policía no tuvo paciencia para tratar con una persona ciega. Los médicos indicaron realizarse un rayos X, un análisis de sangre y uno de orina. Le pusieron una duralgina y una furosemida pero los policías perdieron la paciencia y regresaron a mi papá al calabozo sin esperar a realizarle el análisis de orina”.
La abogada Diversent señala que si la policía no tiene evidencias suficientes que justifiquen tener a una persona privada de libertad dicha, persona debe aguardar el día del juicio permaneciendo en su casa. En este caso se suman al argumento anterior que Noel es una persona con discapacidad y que no existen condiciones adecuadas en los centros de detención para él. El día 16 de septiembre en horas de la tarde lo trasladaron para la prisión de Melena del Sur sin analizar estos aspectos.
Es abusiva la forma en que ha procedido la policía con Díaz Matos. Los opositores cubanos son objeto de acosos, detenciones arbitrarias y fabricación de causas. Lo que está sufriendo este cubano es un triste ejemplo de cómo el estado viola las leyes y procedimientos para reprimir a quienes se oponen pacíficamente al régimen de La Habana sin importar siquiera el estado de salud y las discapacidades.
La oposición y la sociedad civil cubana están siguiendo y denunciando tanto legalmente como en las redes sociales cada una de las actuales violaciones de derechos y abusos de poder cometidos contra los ciudadanos críticos. En medio de la epidemia de la COVID-19 y de la gran crisis económica, hechos como estos aumentan el malestar y el descontento popular.