Este lunes siete de septiembre cuando los cubanos devotos celebran a la Virgen de Regla o –gracias al sincretismo– a la orisha yoruba Yemayá, por el estado de sitio que el régimen decretó en La Habana supuestamente para frenar la COVID–19, las muestras de respeto y los homenajes fueron de puertas hacia adentro, y en las redes sociales. Pocos creyentes se atrevieron a llegar hasta la costa a lanzar ofrendas, y menos al santuario nacional dedicado a la advocación mariana que se ubica en el poblado de Regla, frente a la Bahía de La Habana.
Pero en el aledaño municipio de Guanabacoa, de fuerte raigambre religiosa, sí hubo una “procesión”. Solo que tristemente no era para celebrar la espiritualidad, agradecer a las deidades ni pedir bendiciones. El asunto fue más pedestre: conseguir algunos artículos de aseo, más escasos que de costumbre por estos meses porque la pandemia del coronavirus ha puesto en jaque, para más desgracia del pueblo cubano, a su gobierno corrupto e ineficiente económicamente.
El día de la Virgen de Regla, Guanabacoa amaneció con una de sus calles tupida de gentes, que flotaban en la incertidumbre sobre si lograrían hacerse de algunos pocos jabones, o pasta de dientes, o detergente que venderían en un establecimiento comercial del Estado.
Anelys Rivera, residente en el municipio de Regla, publicó unas fotos que dan cuenta de la impresionante muchedumbre. Hasta el municipio vecino tuvo que ir esta habanera, a ver si “coronaba” el día con los suministros.
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“Caliente la cola del aseo en Guanabacoa [;] que Dios y la Virgen de regla nos cuiden”, pidió Rivera en un post de Facebook, cuando compartió las imágenes.
La periodista independiente Luz Escobar, confirmó en sus redes sociales que ocurrió esa triste “procesión”.
“Esto está fuerte. Ocurrió en Guanabacoa. La cola es en la tienda El Triunfo, para comprar productos de aseo”, aseguró la reportera en un post que fue comentado con tristeza por muchos cubanos que no podían creer las impresionantes imágenes.
Así andan los cubanos: cazando dónde el régimen pondrá a la venta alimentos o insumos básicos, para entonces sumergirse en tumultuosas colas que, a pesar del riesgo de contraer coronavirus, no garantizan que obtengas lo que buscas. Así ocurrió el viernes 4 de septiembre, cuando en una cola similar a la de la víspera en Guanabacoa, decenas de personas fueron arrestadas, multadas y golpeadas en las afueras de la tienda estatal “TRD 5ta y 96”, perteneciente a la Cadena Comercial Caribe S.A, en Miramar, La Habana.
Los abusos ocurrieron durante el mediodía y parte de la tarde, cuando una cola que se había formado desde tempranas horas de la madrugada para comprar detergente, estalló en escandalosos reclamos, porque los 50 primeros números “estaban armados en el horario del toque de queda”, y para muchos allí presentes “eso no se vale”.
Quienes osaron grabar imágenes y tirar fotos de la reyerta multitudinaria ocurrida, a pesar de la advertencia hecha a las autoridades sobre la legitimidad de preservar tales pruebas y el derecho a tomarlas, fueron multados en el acto –con 2000 pesos cubanos–, montados a un camión policial, y decomisados temporalmente sus aparatos electrónicos y teléfonos celulares con el fin de borrarles cualquier evidencia comprometedora.