Finalmente, este viernes en la mañana (11:25) el científico y activista cubano Ariel Ruiz Urquiola pudo presentarse y hablar en la sede de la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero fue interrumpido y saboteado por el representante diplomático del gobierno castrista y aliados internacionales.
Ruiz Urquiola, quien disponía de unos 90 segundos para su comparecencia en la sede de la ONU en Ginebra, Suiza, fue interrumpido en tres ocasiones por la delegación cubana.
El minuto y medio que el luchador cubano por los derechos humanos debía estar frente a un micrófono en la entidad internacional, se extendieron a una docena por las interrupciones, además, de diplomáticos venezolanos, chinos, de Eritrea y Corea del Norte.
El científico Ariel Ruiz Urquiola intentó denunciar como "tráfico de personas" el negocio que el Estado cubano mantiene con el ofrecimiento de servicios médicos a otros países, en el que los profesionales reciben casi nada y laboran en condiciones de servidumbre. La diplomacia del régimen lo atacó diciendo que Ariel estaba allí fraudulentamente, pero el vicepresidente de la comisión respondió que la acreditación fue hecha de manera correcta y permitió hablar a Urquiola que continuó diciendo que "los médicos cubanos son enviados con condiciones de trabajo desventajosas, violando el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos".
Lea también
Sin embargo, el representante gubernamental cubano a los pocos segundos pidió la palabra y se opuso diciendo que la denuncia no tenía relación con la “trata de personas” que se discutía en el Consejo. Pero el luchador cubano continuó imperturbable y se produjo otra intervención de la delegación de la isla en la que se afirmó que las de Ruiz Urquiola eran “acusaciones sin fundamento” y exigió que “llamen al orden al orador”.
El representante venezolano pidió la palabra y apoyó al diplomático castrista, leyendo un texto preparado que evidenció un acuerdo entre ambos regímenes para sabotear a Ruiz Urquiola. Pedían que el activista "se ajustara al tema previsto en la agenda", la trata de niños.
Venezuela pidió incluso que, si Urquiola no dejaba su denuncia, le fuera retirada la palabra. Por el contrario, Australia apoyó en más de una ocasión el derecho de la sociedad civil cubana y de Urquiola específicamente a expresarse libremente en la ONU, y solicitó que le permitieran continuar.
Urquiola intentó explicar que su gobierno niega adecuado tratamiento médico a opositores políticos, entre ellos su hermana (paciente oncológica) y él, que ha afirmado que fue víctima de la inoculación del VIH en un hospital.
El sabotaje no cesó y el régimen de Cuba aludió a que Urquiola no respetaba la autoridad del vicepresidente, al tiempo que la delegación castrista golpeaba la mesa para dificultar que se escuchara lo que decía el opositor.
El activista por los derechos humanos había logrado un espacio gracias a que la Organización no Gubernamental (ONG) UN Watch le cedió su tiempo. El orden del día indicaba que el tema previsto en esta jornada iniciada ayer, era el tráfico de personas, con énfasis en el de mujeres y niños.
Luego de la intervención de las naciones, comparecen las ONG y en ese momento se dispuso a intervenir Ariel Ruiz, quien estableció el vínculo del tema del día en la sesión al referirse a las condiciones de trabajo a las que están sometidos los profesionales de la salud cubanos enviados en las "misiones médicas" del régimen. La delegación diplomática alegó que la "cooperación médica" no tiene ninguna relación y que Urquiola solo quería criticar al Gobierno lo que consideraron "una falta de respeto" con la Comisión de Derechos Humanos.