Imágenes y videos de multitudinarias colas en Cuba abundan en las redes por estos días. Son las tristes evidencias del agravamiento de la escasez en la isla, que suma incertidumbre a la amenaza que significa buscar suministros en medio de la pandemia del coronavirus.
La Habana es la ciudad del país con mayor número de casos positivos de la COVID-19, y es precisamente en la capital de más de dos millones de habitantes, donde más se han visto las muchedumbres, aunque es un problema de todo el país.
Fotos compartidas en Facebook por el usuario Yainier Figueredo, muestran una gran aglomeración de personas en un mercado ubicado en la Zona 17 del barrio Alamar, en el municipio capitalino de Habana del Este.
“Así están las colas del mercado El Progreso en Alamar”, publicó en su post Figueredo, un cantante de rap que reside en ese barrio. Las dos imágenes compartidas son elocuentes: cientos de personas esperan para adquirir suministros.
La muchedumbre, que obstruye el paso de una de las calles cercanas a El Progreso, hace imposible que se pueda guardar la distancia recomendada por los especialistas de salud, para disminuir las posibilidades de contagio.
“Señores, es esas colas si que lo que cogemos es el corona…”, mostró su preocupación la usuaria Dailyn Isabel López.
Pero otra persona, identificada como Maribell Morell, comentó una amarga verdad para la mayoría de los cubanos: “Dios nos proteja”, pero “si no hacemos la cola no comemos”.
Otra cubana, Dayana Correa va más allá y denuncia: “Sin palabras... eso tiene un nombre COMUNISMO”. Reinier Quesada coincide en que “hay q ver cuanto estira la soga hasta que se parta, pero esto no aguanta más!!!! ¡¿Hasta dónde y hasta cuándo?!”
Brian del Nodal se queja de que “una tierra tan fértil como la de Cuba, que puede producir comida limpia y orgánica los 365 días del año, [está] destruida por una dictadura comunista que no quiere que su pueblo produzca”.
Lo cierto es que en medio de la pandemia los cubanos deben exponerse durante horas haciendo largas filas con el objetivo de comprar algunos suministros para subsistir. Cada vez los productos básicos son menos, y ante la carencia de alimentos las personas se desesperan, la policía muestra “mano dura” e intransigencia intentando vigilar las colas multitudinarias, mientras el régimen mantiene que “todo está controlado”.
“Todo el país está sumido en la escasez y las políticas restrictivas del gobierno en la economía no presagian nada mejor”, comentó en Twitter recientemente el periodista de El Nuevo Herald, Mario J. Pentón, al publicar un video de otra multitudinaria cola en el poblado de Mayarí, en Holguín.
Los medios de comunicación independientes han servido para amplificar las denuncias ciudadanas a la prepotencia y los abusos de las autoridades policiales en la isla; o han visibilizado hechos como los sucedidos a personas que fueron heridas en los tumultos y peleas que se ocasionan en las colas, así como la escasez de los alimentos imprescindibles en medio de la pandemia.
Tan temprano como a finales de marzo, una cola organizada a las afueras de una tienda en el centro de La Habana, para poder abastecerse de pollo, se salió completamente de control y hubo incluso agentes policiales rociando gas pimienta para intentar controlar el caos, según se ve en videos publicados en las redes sociales.
Otro ejemplo: ADN Cuba publicó esta semana las denuncias del cubano Yoel Parsons Bones, sobre la venta de arroz en tiendas de divisa del país a un dólar cada libra. El hombre, residente en La Habana, publicó en Facebook un video explicando la enorme cola que tuvo que hacer para obtener dos paquetes de arroz marca "Santo Tomás" y a ese precio, considerado alto para la mayoría de los ciudadanos de la isla.
En tanto, la cobertura de los medios oficiales no logra ir más debajo de la superficie y casi siempre exculpan al gobierno de su desastrosa gestión económica.