Juan Carlos Cremata: “A mi madre y a mi hija las mató ese sistema”

El destacado director de cine cubano Juan Carlos Cremata Malberti confesó en entrevista con el opositor e influencer Eliécer Ávila, radicado en Miami, que no tiene dudas de que a su madre y a su hija “las mató el sistema” del régimen castrista.

"Yo no tengo duda de que a mi madre y a mi hija las mató ese sistema. Es mentira que el sistema de salud es una potencia médica", señaló en la conversación el director del filme “Viva Cuba”.

Cremata Malberti contó cómo fue su salida de la isla, obligado por las circunstancias y las prohibiciones que el régimen impuso a su obra, y que su objetivo entonces era proporcionarle un mejor futuro a su madre y a su hija, quien falleció prematuramente en enero de 2022.

“Mi idea era abrirle una puerta de salida a mi madre y a mi hija. La pérdida de mi hija cerró para mí toda posibilidad de esperanza, de ilusión en la vida (…) Mi hija murió en condiciones muy raras y estaba totalmente sana”, declaró el cineasta.

En medio de su dolor Cremata aseguró que su pequeña Yésica, de 19 años, murió en su casa tras convulsionar en la noche, y que, aunque él no tiene pruebas para acusar al estado, tampoco tiene pruebas para librarlo de las dudas. El cineasta teme que, tras su enfrentamiento frontal a la dictadura, hayan sucedido a su alrededor algunas “muertes misteriosas”.

Cremata reveló que él dudaba de que a su hija le hubiesen hecho autopsia y que tampoco se dio una investigación del porqué de esa muerte tan sorpresiva. El director también detalló que en los hospitales adonde llamó le dieron evasivas y que la única "supuesta" doctora que lo atendió no quiso identificarse.

El fallecimiento de la hija de Cremata ocurrió a inicios de la ola de muertes por Covid-19 en la isla, aunque el cineasta aseguró que Yésica no tenía síntomas de nada, ni siquiera un dolor de cabeza.

"Mi vida perdió sentido. Yo soy una persona triste, soy una persona que vive sin ilusión, aun cuando yo aquí pudiese ganar dinero, fama, pero nada de eso me interesa porque todo eso estaba en función de mi hija", agregó Cremata.

Finalmente, el cineasta aseguró que a él le “decretaron la muerte en vida en Cuba cuando me hicieron firmar un acta en el Ministerio de Cultura diciendo que de por vida yo nunca iba a hacer teatro en Cuba. No me iba a quedar a morir, porque yo no tengo vocación de mártir”.