Cineasta cubana busca fondos para rodar su primer corto en Miami

La realizadora cubana Ava, residente en Miami, lanzó una campaña de crowdfunding para financiar su nuevo cortometraje titulado Llámame. 

La campaña de crowdfunding, cuyo objetivo es recaudar 2 500 dólares, está destinada a cubrir los costos básicos de producción, incluyendo la alimentación del equipo, la renta de locaciones y el alquiler de equipo de cámara de calidad. 

El presupuesto es modesto comparado con lo que se maneja en la industria cinematográfica actual, pero cubrirá los aspectos básicos de la producción, como la renta de locaciones y los salarios del equipo. 

La cineasta confía en que el apoyo de la comunidad permitirá que el proyecto avance, aunque también afirmó a ADN Cuba que, incluso si no se alcanza la meta de financiamiento, seguirá adelante con la película, adaptándose a las circunstancias.

La campaña se puede encontrar en Instagram bajo el usuario @llamameava, donde se publican más detalles del proyecto.

Ava planea inscribir Llámame en festivales de cine una vez que esté terminado, aprovechando las redes y el networking que ha establecido desde su llegada a Miami.

El éxito de la campaña de crowdfunding no dependerá únicamente de las donaciones monetarias sino de la difusión en redes y el apoyo de la comunidad al cine cubano.

Llámame, el cortometraje

La película, según la realizadora, es una plataforma crucial no solo para su crecimiento profesional y artístico, sino también para explorar temas universales y profundos como el desamor y la salud mental, con una perspectiva única e innovadora.

El cortometraje gira en torno a Ana, una mujer que enfrenta una profunda crisis emocional tras la ruptura con su amante. 

En un pequeño apartamento que solían compartir, Ana lidia con la soledad y la esperanza de una llamada que podría darle el cierre que necesita para continuar con su vida.

Ava explicó a ADN Cuba que Llámame tiene una base personal y está inspirado en la obra La voz humana del dramaturgo francés Jean Cocteau. 

Originalmente, la idea era llevar la obra al teatro,  pero la falta de financiamiento imposibilitó el proyecto. Sin embargo, Ava continuó trabajando en la historia, adaptándola a su experiencia personal como mujer trans, a un contexto más moderno y al entorno cubano.

“Llevo casi dos años viviendo con esta historia”, cuenta Ava en la entrevista. “La obra original empezó a mezclarse con mi vida, y sentí la necesidad de hacer una adaptación que reflejara mi experiencia”.

Una de las motivaciones principales de Ava para realizar cine proviene de su propia experiencia en el mundo audiovisual, donde notó la falta de oportunidades para mujeres trans. 

La realizadora explica que se vio en la necesidad de crear sus propios proyectos debido a la escasez de personajes y roles que se ajustaran a su identidad. Este cortometraje, por tanto, no solo es una manifestación artística personal, sino también un espacio donde busca incluir a otras mujeres trans y ampliar las representaciones de estas en la pantalla.