La escasez de harina amenaza la producción de pan en Cuba. Durante los últimos días se ha vuelto común ver a usuarios de redes sociales quejándose de la ausencia de este alimento, principalmente en La Habana, la mayor y más poblada ciudad del país.
El periodista Mario J. Pentón publicó este domingo en su cuenta de Instagram un video de una larga fila para intentar comprar pan en el barrio de Santos Suárez, La Habana. Las imágenes muestran a decenas de personas, entre ellas varios ancianos, aglomeradas frente a un establecimiento estatal con la esperanza de llevarse algo de pan a casa.
“Solo venden 6 panes por persona. A este pueblo hambreado es al que le prometen continuidad. No, gracias”, escribió Pentón, reportero del canal América TeVé, de Miami.
La producción de pan ha disminuido en la capital debido a la escasez de harina, informó el martes de la semana pasada el periódico estatal Tribuna de La Habana.
En una reunión de las autoridades locales, Julio Martínez Roque, coordinador del Gobierno de La Habana, confirmó que “se ha decidido reducir el consumo de harina en la capital”.
El funcionario culpó de la escasez de pan a los “atrasos ocurridos con el arribo [al país] del trigo y la harina, y los altos precios que tienen hoy en el mercado los servicios marítimos”.
Actualmente solo garantizan el pan de “la canasta familiar normada, la población penal, y un nivel para Salud pública, los niños sin amparo familiar, hogares de ancianos, hospitales psiquiátricos y el de la Cadena cubana del pan”.
Martínez Roque agregó que “no se puede garantizar” el “pan de consumo social de un grupo de organismos, el de la Gastronomía, y de Educación”.
El problema trasciende los límites de la capital cubana. La semana pasada, Pentón publicó otra denuncia al respecto, pero en la ciudad de Camagüey, desde donde le aseguraron que llevaban “días” sin poder comprar pan.
Por su parte, en La Habana, la periodista independiente Camila Acosta lamentó que “hace 15 días” no puede comer huevo. “Ya no es que esté caro, sino que no hay ni en el mercado negro. Ni hablar de lo que se viene con el pan”, afirmó Acosta en sus redes sociales.
El activista Adel Bonne Gamboa dijo este domingo que estuvo “dos horas pugilateando [luchando por] pan por todo Diez de Octubre y regresé a la casa con las manos vacías”.
Damián Ferrer Sanín, un lector de Tribuna de la Habana, comentó el 17 de agosto pasado en la nota citada, que “en san Miguel del Padrón, en la Cuevita, los consumidores de Luyanó moderno, en la panadería que está en calle 3ra no hay pan para el pueblo desde el 13 de agosto... y no pasa nada. Ahí está mi nombre y mi apellido sin miedo... que alguien haga algo que acá la delegada esta para el negocio en la cola del pollo no para el pan de los niños y ancianos”.
La escasez de pan no es un problema nuevo para los cubanos, aunque se ha hecho ver más en los últimos días. Desde el 2020 el gobierno, incapaz de garantizar la importación estable y a tiempo de harina para el pan, ha ensayado sin buenos resultados cómo paliar la falta de este alimento, con la sustitución de pan por casabe, o los estudios para utilizar harina de garbanzo, yuca, arroz y boniato para la elaboración.