Las autoridades sanitarias de Cuba informaron este sábado del diagnóstico la víspera de 402 nuevos casos de COVID-19 y la muerte de otra persona por complicaciones derivadas de la enfermedad, a la baja en la última semana.
En su más reciente parte informativo, el Ministerio de Salud Pública (Minsap), cuyas cifras han sido puestas en entredicho en reiteradas ocasiones por cubanos dentro y fuera de la isla, detalló que 5.659 personas permanecen ingresadas en el país por diferentes aspectos relacionados con la COVID-19.
De ese total, 3.724 son sospechosos de un eventual contagio y 1.875 son casos confirmados y activos, 76 menos que los reportados en la jornada anterior, luego de que el número de altas médicas en las últimas 24 horas (477) fuese superior al de los nuevos positivos.
Con el último incremento, el acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba ascendió a 1.099.444, de los cuales 8.520 han muerto por complicaciones derivadas de la enfermedad y 1.088.990, el 99 por ciento, se han recuperado, según las estadísticas del Minsap.
Camagüey fue la provincia con peor situación epidemiológica, al registrar en la jornada del viernes 70 nuevos positivos. Le siguieron La Habana, con 56 casos, y Pinar del Río y Villa Clara, con 38 cada una.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresados 28 pacientes, de los cuales 12 se encuentran en estado crítico y 16 son reportados como graves.
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La persona fallecida fue una mujer residente en la provincia de Granma, entre los 50 y 59 años de edad. Como principal comorbilidad que complicó su evolución tras el contagio, el Minsap refiere que padecía de obesidad.
Hasta el 12 de abril, el 87,6 por ciento de la población cubana, cerca de 9,93 millones de personas, había completado el esquema de vacunación con alguno de los tres inmunógenos cubanos aprobados para su uso de emergencia por la autoridad reguladora nacional.
En algunos municipios fue aplicada la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm en su esquema de dos dosis, seguida de una tercera dosis de Soberana Plus, del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba.
Hasta el momento, ninguna de las vacunas de la isla ha sido homologada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual atenta contra su aceptación internacional y comercialización, y limita el alcance y reconocimiento exterior del certificado digital de vacunación que expide la autoridad sanitaria cubana.