No hace falta mucho preámbulo. Fumar es una causa de muerte. Es una verdad olímpica. La relación entre el tabaquismo y la enfermedad vascular, las enfermedades pulmonares y el cáncer, está probada más allá de la duda razonable con estudios bien diseñados y abundantes datos estadísticos.
El impacto es mayor en porcentajes sobre los países desarrollados, pero la última década ha marcado una constante disminución por las políticas antitabaco, y las regulaciones al consumo; de manera opuesta a los llamados “países pobres”, en los que las primeras causas de muerte se relacionan con enfermedades infecciosas como SIDA, Malaria, tuberculosis, etc. Sin embargo, el número neto de fumadores y los efectos de la adicción siguen creciendo, aunque hay excepciones dentro de algunos países subdesarrollados que empiezan a implementar políticas coherentes al respecto, como Uruguay, por ejemplo.
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Los efectos del tabaquismo sobre la salud se pueden englobar en tres grupos principales.
1- La Enfermedad Vascular se refiere a enfermedades que tienen en común el mal funcionamiento del corazón y los vasos sanguíneos, y se puede expresar, entre otros, como:
- Insuficiencia cardiaca
- Infarto cardiaco
- Angina
- Arritmias
- Hipertensión Arterial
- Insuficiencia Renal
- Infarto Cerebral
- Disfunción sexual eréctil
2- Cáncer
- Pulmón
- Laringe
- Boca
- Esófago
- Vejiga
- Riñón
- Colon
- Páncreas
3- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC):
· Enfisema y bronquitis crónica
El tabaquismo y estas enfermedades se relacionan de la misma manera que caminar por una cuerda floja y precipitarse al vacío. Mientras más vayas por la cuerda, más probable es que caigas. En palabras muy claras: fumar causa cáncer, infartos, dolor en el pecho, palpitaciones, falta de aire, hemiplejias, impotencia y hasta la muerte, sino es que de a poco disminuye la calidad de vida.
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Para los profesionales de la salud interesados, el enfoque de las cinco A recomendado por el US Preventive Services Task Force guidelines puede ser una guía muy útil:
- Ask about tobacco use (Preguntar)
- Advise quitting (Aconsejar)
- Assess readiness to quit (Evaluar la disposición a dejar de fumar)
- Assist smokers ready to quit (Asistencia al fumador listo para dejar de fumar)
- Arrange follow-up (Seguimiento)
Al dejar de fumar, los beneficios se expresan a corto, mediano y largo plazos, pero no es un proceso sencillo. El tabaquismo ES UNA ENFERMEDAD, una adicción a la nicotina y como tal debe ser tratada. ¿Cómo dejar de fumar?: las mejores tasas de cesación se han obtenido con un enfoque multidisciplinario en los pacientes que han ENTENDIDO los riesgos y NECESITAN dejar de fumar.
- Consejería. (Asesoramiento conductual)
- Aporte suplementario de nicotina. (Parches, spray sublingual, etc.)
- Farmacoterapia. (Bupropion, Vareniclina)
A todo fumador interesado o no en dejar de fumar, se le aconseja visitar a su médico y declarar su condición de fumador francamente. También preguntar cuáles son sus opciones de tratamiento.
Si usted fuma, automotívese a abandonar el hábito. Pregunte sin pena cómo, cuándo, dónde encontrar consejería especializada. Infórmese de los beneficios y riesgos de la suplementación de nicotina y medicamentos para el tratamiento, cuáles son los plazos, trácese una meta y apéguese a ella.
Defienda su tiempo de vida, su calidad de vida y la de los suyos.