En la tienda Harris Brothers de Habana Vieja la administración impide comprar productos a los clientes con multas sin pagar, declaró este 14 de diciembre a CubaNet Duniel Orta, un cubano que debió saldar su deuda antes de entrar.
“Te puedo dar un chance para que vayas y la pagues. De lo contrario tengo que llamar a la patrulla, y se están llevando a todo el mundo preso”, le dijo un funcionario del Ministerio del Interior que escanea el documento de identidad a los clientes antes de pasar al establecimiento.
Este método se utilizaba desde hace dos años para detectar a los revendedores, que compran en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) para vender luego a mayor precio en el mercado negro. Ahora sirve también para identificar a quienes tengan multas sin pagar, asegura el citado medio.
Muchos son arrestados al llegar mediante la “vía de apremio administrativo”, obligándolos a pagar o comparecer ante los tribunales. Los detenidos cuentan con 72 horas hábiles para efectuar el pago de la multa personalmente o con la ayuda de un familiar. Vencido el plazo, comienza el proceso penal.
Ángel Ramos pasó una noche en la estación de policía de Zanja por deber una multa de tránsito cuando intentaba acceder a la tienda Rosseland.
“El carnet saltó y no quisieron devolvérmelo para que me fuera, a pesar de que lo imploré. Llamaron a la policía y en menos de quince minutos ya estaba esposado, dentro del patrullero. En las horas que estuve en Zanja conocí a otro muchacho que habían cogido en La Época, por una multa de 150 pesos. Es una cacería ilógica, abusiva, y sin derecho a réplica”.
Las tiendas estatales que venden mediante tarjetas magnéticas de MLC son un mecanismo ideado por el gobierno para captar divisas (dólares y euros, principalmente), mientras mantiene desabastecidos casi todos los establecimientos que ofertan en pesos cubanos. Aunque en un principio se afirmó que sería una medida temporal, se han extendido a todo el país.
Las críticas fundamentales a estas tiendas, que concentran la mayoría de los alimentos y artículos de primera necesidad que se venden a la población, están motivadas por el hecho de que en ellas sólo pueden comprar quienes reciben remesas o ingresos procedentes del exterior, al tiempo que favorecen la reventa, el acaparamiento y la especulación en el mercado informal.