El vuelo desde Singapur de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se retrasó más de tres horas debido a un “incidente de salud anómalo” en la capital de Vietnam, que fue su siguiente parada durante su recorrido por Asia.
La Oficina de la vicepresidenta estadounidense se enteró de un informe sobre un posible caso del síndrome de La Habana en Hanoi, la misteriosa condición que causa dolores de cabeza, lesiones cerebrales y otros problemas.
Luego de una cuidadosa evaluación, se tomó la decisión de continuar con el viaje, confirmó la embajada de Estados Unidos en Hanoi en un comunicado.
Según el informe de la Oficina, al menos dos miembros del personal estadounidense en la capital vietnamita serán evacuados del país después de los incidentes del síndrome durante el fin de semana, informó NBC News.
El personal informó que dichos incidentes involucraban “sonidos extraños”, una característica clave del síndrome de La Habana.
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El vuelo tenía programado dirigirse a Vietnam a las 4:00 p.m. (hora local) después de su segundo día en Singapur, pero los periodistas que viajaban junto a la vicepresidenta fueron devueltos a su habitación sin ninguna explicación.
Los reporteros fueron retenidos hasta que Harris partió de la base aérea de Paya Lebar, en Singapur, alrededor de las 7:30 p.m. (hora local).
La vicepresidenta no respondió a las preguntas de la prensa cuando aterrizó en Vietnam alrededor de las 10:00 a.m. (hora local) y no tiene previsto encuentros en dicho país hasta el día miércoles.
Durante la demora, la Oficina de Harris no ofreció explicaciones. Antes del despegue, la portavoz Symone Sanders les aseguró a los periodistas que todo estaba bien.
Sanders fue cautelosa a la hora de hablar con los reporteros viajeros: “Ella está bien, todo está bien y espera con ansias las reuniones en Hanoi mañana”.
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Más de 200 funcionarios y personal de Estados Unidos alrededor del mundo se han quejado de síntomas que incluyen migrañas, pérdida de audición y mareos en casos que se cree que forman parte del llamado síndrome de La Habana.
A mediados de agosto, dos funcionarios estadounidenses en Berlín informaron sobre estos síntomas.
Estados Unidos aún desconoce la causa de la misteriosa condición que ha enfermado a decenas de diplomáticos en varios países, indicó la directora de la Inteligencia Nacional, Avril Haines.
A principios de agosto, Haines aseguró en un comunicado que había convocado una reunión con altos funcionarios del gabinete y otros expertos, para discutir el problema “que ha dado lugar a acusaciones no probadas”, donde los rusos u otros utilizaron dispositivos sónicos u otros aparatos electrónicos de alta intensidad “para dañar físicamente a diplomáticos estadounidenses en Cuba, China y otros países”, puntualiza el texto.
Luego de cinco años del primer caso en La Habana, los expertos médicos, miembros de la Inteligencia Nacional y funcionarios estadounidenses siguen sin estar seguros de la causa de los “incidentes de salud anómalos”.