El periodista independiente Yoe Suárez dijo a propósito de la represión al levantamiento popular del 11 de julio, que la nación se enfrenta al mismo problema de hace décadas, el de una “ideología supremacista” que congeló a Cuba durante 62 años.
“El socialismo necesita producir teóricos y revolucionarios, porque solo en la prédica de los primeros funciona y mediante la violencia de los segundos puede instaurarse o sostenerse”, opinó el escritor en sus redes sociales.
Señaló que, pese a los cortes de internet, “siguen saliendo a la luz videos de la violencia revolucionaria durante las protestas que pedían a una voz ¡Libertad!”
Según Yoe Suárez, “quienes tomaron las calles con objetos contundentes, con el claro fin de violentar, fueron los miembros y cuadros profesionales del Partido Comunista, simpatizantes de la tiranía socialista y efectivos militares, uniformados o de civil, dirigidos desde el Palacio de la Revolución”.
En la hora actual, “Cuba vuelve a enfrentarse al mismo problema que la ha congelado en el tiempo durante 62 años: una ideología supremacista que entiende las libertades individuales como patrimonio de la izquierda y obliga a todo un país, sangre y fuego mediante, a convivir en un sistema especializado en generar pobreza”.
El reconocido periodista, acosado por la Seguridad del Estado por su trabajo en medios independientes, pidió que “no olvidemos a los presos y desaparecidos, y a familias como las de los pastores matanceros Yéremi Blanco y Yarian Sierra, vilipendiadas por las autoridades del régimen cuando procuraban información sobre sus seres queridos”.
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Suárez compartió un breve audiovisual donde se ve las turbas progubernamentales, en complicidad con militares del régimen, agrediendo a manifestantes pacíficos en La Habana. “Están tirando hasta tiros”, denuncia una cubana.
A pesar del corte de internet y el ataque a personas que graban los acontecimientos, videos emitidos en directo antes del apagón digital y otros grabados a escondidas se han difundido, revelando la naturaleza del “combate” en las calles ordenado por el presidente Miguel Díaz-Canel, apenas se divulgaron las primeras protestas pacíficas pidiendo “Libertad”.
Abundantes fuerzas han sido utilizadas por la dictadura para responder con balas, gas pimienta, tonfas y bates a los cubanos que rechazan al régimen. Policías y agentes de la Seguridad del Estado, Brigadas Especiales del Minint y Tropas de Prevención (FAR), paramilitares vestidos de civil, atacaron con la orientación del presidente al pueblo desarmado.
Tras apagar los principales focos del levantamiento, que se extendió por unas 30 localidades del país, agentes del régimen persiguen en sus casas a quienes identifican como participantes en las manifestaciones, y a los que denuncian en redes sociales la represión.
Un listado de detenidos y desaparecidos tras el levantamiento del 11 de julio, recopilado por la ONG Cubalex y activistas voluntarios, registra hasta ahora a 536 personas privadas de su libertad por ejercer el derecho a la protesta.