Las dictaduras solo pueden celebrar su maldad, algo en lo que las de Cuba y Corea del Norte se apoyan mutuamente, y prueba de esto fue el acto político encabezado este 11 de diciembre por el dictador y Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro Ruz, y por el presidente designado Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con motivo de las seis décadas de relaciones diplomáticas entre ambos regímenes.
Las muestras de admiración por parte de los funcionarios cubanos hacia la dictadura asiática también formaron parte del encuentro, como en el caso del vicepresidente Salvador Valdés Mesa, quien destacó el apoyo del régimen de los Castro a Pionyang, algo que es habitual en este tipo de encuentros, aunque exactamente dijo -según un reporte de la Agencia Cubana de Noticias (ACN), que el apoyo era a ese "hermano país y su gobierno en sus esfuerzos por la construcción de un socialismo próspero, por la reunificación de su Patria, y por una solución pacífica y duradera para toda la península".
Como si todo lo anterior no fuera suficiente, Valdés Mesa recordó el respaldo del régimen norcoreano a la dictadura cubana durante la Crisis de los misiles, conocida en Cuba como la Crisis de Octubre.
Y, como para no perder la costumbre, agregó que, "a pesar de las agresiones, las sanciones, y el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, ambos territorios han mantenido en alto las banderas del socialismo por un futuro mejor", lo que se traduce en que ambos regímenes están firmes en el deseo de mantener el control sobre sus territorios y continuar subyugando a sus pueblos.
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Por su parte, el embajador norcoreano en Cuba, Ma Shol Su, se refirió a la consolidación de las relaciones que por más de medio siglo han mantenido, "frente a desafíos y dificultades de la historia", porque mientras el mundo avanza hacia modelos de gobiernos más abiertos y democráticos, ambas dictaduras insisten en el totalitarismo.
"Los vínculos entre ambos países se fortalecen y avanzan conforme a la nueva época, gracias a las voluntades y atenciones de sus máximos dirigentes por continuar esa trayectoria, con el socialismo como ideal y porvenir luminoso de la humanidad", añadió Ma Shol Su, y esto último lo dijo como si el mundo no conociera desde hace décadas, cuáles son los resultados del socialismo: opresión y miseria para el pueblo, y derroche de lujos para la cúpula gobernante.
Aun así ambos regímenes se la gastan celebrando sus relaciones, las cuales en estos 60 años han ido más allá del terreno diplomático, pues han cooperado mutuamente en las persistencia del otro.
Los medios estatales del régimen cubano dieron cobertura a la ceremonia, celebrada este viernes 11 de diciembre en el Palacio de la Revolución, afirmando que “Cuba y la República Popular Democrática de Corea: 60 años de una relación soberana y digna”; cuando el respeto a la dignidad no se encuentra entre las premisas de regímenes autoritarios, verticales y violatorios de derechos humanos, como estos.