El dramaturgo, director de cine y actor Yunior García Aguilera, es uno de los rostros más visibles de quienes se solidarizaron con el Movimiento San Isidro por el acoso y la represión del régimen. Y la decencia y la honestidad tiene consecuencias indeseadas cuando se vive bajo una dictadura, como en Cuba.
García Aguilera, autor de algunas de las piezas teatrales celebradas por la crítica y el público en los últimos años (Jacuzzi, Hembra…) ahora está siendo difamado y acosado por abogar por el respeto a los derechos humanos y el arte independiente.
“Estoy decepcionado. Lo digo con toda la responsabilidad que eso implica en este momento”, así comenzó un conmovedor mensaje en su perfil de Facebook.
“Yo no domino el arte de la simulación ni del cinismo. Y aunque uno de los personajes de mis textos diga tener 'dos maestrías en aguantar la respiración y un doctorado en tragar en seco', a mí no se me da lo de guardar silencio”, confesó el joven, quien acudió con otros cientos al inédito plantón frente al Ministerio de Cultura (Mincult).
“La prensa oficial y el ejército de perfiles falsos han lanzado una campaña feroz de amenazas y descrédito contra ese grupo de artistas que fuimos frente al Mincult a ejercer un derecho legítimo”, denunció.
García recuerda que los cientos de cubanos que fueron a la protesta no pertenecen al MSI, y que es muy variada la diversidad de posturas políticas y proyectos de país entre quienes exigieron ser escuchados el 27 de noviembre.
“Fuimos a decir BASTA ante los atropellos, la censura, la manipulación mediática y el odio. A exigir que se acaben para siempre los actos de repudio y la criminalización del pensamiento. Lo hicimos en absoluta paz, sin consignas, sin descalificaciones. Compartimos el agua y el pan sin preguntarle a nadie su credo político. Cantamos, leímos poemas y nos aplaudimos, conscientes de la presencia de otros cubanos que esperaban una simple orden para aplastarnos. La sensatez triunfó esa noche. Entramos, nos dijimos de frente nuestras verdades y pactamos un diálogo”.
Pero la dictadura no quiere dialogar con nadie que cuestione sus métodos y privilegios, como ha demostrado en los días siguientes, cuando rompió sus propios acuerdos y comenzó a presentarse en sus medios de propaganda como víctima, y no redomado victimario.
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“Al día siguiente comenzó un 'golpe suave', sí, pero contra nosotros”, denunció el dramaturgo.
“Hablaré por mí, en adelante, para evitar meter a otros en mi saco de decepciones.
Nunca en mi vida había bloqueado a nadie en las redes sociales. ¡Y mira que me han dicho cosas! Pero ahora lo hice. He tenido que bloquear a mi madre para evitar que sufra con las mentiras que han comenzado a fabricar en mi contra. Ella me parió y sabe la verdad sobre el hijo que tiene. Pero siente terror por lo que pueda pasarme. Y como ella, hay un montón de madres ahora mismo”.
Yunior García explicó que la maquinaria del régimen está usando dos breves viajes académicos para fabricarle un expediente como “mercenario”.
“Se trata de dos encuentros donde, lo saben, fui invitado como ¡artista! Incluso realicé los trámites por la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba) y el CNAE (Consejo Nacional de Artes Escénicas), con mi pasaporte institucional. ¿Qué están inventando? ¿Por qué no dicen toda la verdad? ¿De qué hablé en esos encuentros? Yo me hago fotos con quien quiera. Jamás firmé un papel que regulara con quién puedo hablar y con quién no. Yo soy un hombre libre, aunque los oportunistas se empeñen en forzarnos a aceptar sumisamente lo contrario”.
La historia de este dramaturgo, demuestra que el castrismo necesita y exige obediencia ciega. Yunior García se ha opuesto al embargo de Estados Unidos, también ha rechazado “cualquier tipo de injerencia extrajera”, y se declara simpatizante de aquellas causas de izquierda que considere justas. Pero todo eso ha sido borrado de golpe por los perfiles falsos controlados en las redes sociales por la Seguridad del Estado, ante la herejía de solidarizarse con los violentados por el Estado.
También denunció a la prensa oficialista: “muy pronto Lázaro Manuel Alonso y Humberto López serán capaces de repetirlo en el noticiero, demostrando la 'calidad' del periodismo que nos toca. ¡No me vuelvan a hablar de transparencia en el próximo congreso de la UPEC!”
“Este es el país donde decidí quedarme cuando casi todos mis amigos se fueron. Esas son las instituciones donde he creado mis obras, en lucha constante contra la censura. Tengo ideas peligrosas, lo sé. No tengo la culpa de que me enseñaran a leer a Martí, el más hermosamente peligroso de toda nuestra historia”, expresó también en su post, el joven artista al que le están haciendo pagar su honestidad.
Imagen de portada: Yunior García habla a sus compañeros frente al Mincult (Foto: El Toque)