Más de 13 meses después del inicio de la temporada, los Lakers de Los Ángeles conquistaron su 17mo título de la NBA guiados por LeBron James, quien consiguió su cuarto premio al Jugador Más Valioso de las Finales.
En la burbuja creada por la NBA en Orlando desde hace 93 días, los Lakers derrotaron al Miami Heat 106-93 con 28 puntos, 14 rebotes y 11 asistencias de James, así como 19 unidades y 15 capturas de Anthony Davis.
De esta manera, los Lakers retomaron el campeonato de la NBA diez años después de su última victoria, guiados por el fallecido Kobe Bryant, a quien dedicaron el título de la que quizás haya sido la temporada más difícil que la NBA ha enfrentado.
Tras aceptar su premio como Jugador Más Valioso de las Finales, James recordó que este era su objetivo cuando llegó a los Lakers la temporada pasada:
“Para mí, formar parte de una franquicia histórica es un sentimiento increíble no solo en lo personal, sino para mis compañeros, para la organización, los coaches, los entrenadores, todos los que estamos aquí”, dijo ante las cámaras.
“Nuestra organización quiere su respeto. La Nación Laker quiere su respeto. Y yo también quiero mi maldito respeto”, enfatizó tras las duras críticas recibidas al no alcanzar los playoffs la temporada pasada.
La contraparte de estas Finales fue un sorpresivo equipo de Miami, guiados por el entrenador bajo el cual James consiguió su primer anillo, Erik Spoelstra, y el recién llegado Jimmy Butler, quien ayudó al Heat a arrancarle dos victorias a unos Lakers superiores.
Butler anotó solo 12 puntos en el partido de este domingo, con Bam Adebayo liderando al Heat (25 puntos y 10 rebotes) y Goran Dragic arriesgando complicar su lesión en el pie izquierdo para salir a la cancha a ayudar a Miami.
De esta manera, la NBA puso fin a una temporada que debió enfrentar 4 meses y medio de suspensión por la pandemia, un serio conflicto político con China tras declaraciones de un directivo sobre la situación en Hong Kong y varias protestas contra el racismo en Estados Unidos.
Para los Lakers, específicamente, fue un duro año en el cual, con la pérdida física de Bryant, sufrieron un serio bajón moral que supieron convertir en motivación.
“Ustedes han escrito su propio capítulo inspirador en la gran historia de los Lakers”, dijo la dueña de la franquicia Jeanie Buss a los jugadores. “Hagamos que este trofeo sirva como un recordatorio de que cuando nos unimos, confiamos los unos en los otros, pueden suceder cosas increíbles”, añadió.
El duro esfuerzo del quinto partido —en el cual Butler descansó solo segundos de los 48 minutos de juego— pareció ser demasiado para el Heat, pues solo anotaron 36 puntos en la primera mitad, con un pobre 35% de efectividad y un 33% desde la línea de tres puntos.
La ventaja de 28 puntos al término del segundo cuarto fue la segunda mayor registrada en la historia de unas Finales y fue suficiente para que los Lakers consiguiesen empatar a los Boston Celtics como máximos ganadores de trofeos en NBA.