El 14 por ciento de los voluntarios que han participado en los ensayos clínicos de la vacuna rusa contra el coronavirus, Sputnik V, han sufrido efectos secundarios como fiebre o dolor muscular, informó el ministro de Sanidad ruso, Mijail Murashko.
“Fueron vacunadas más de 300 personas. Un 14 por ciento de ellos tienen quejas menores de debilidad, dolores musculares menores durante el día y alguna vez, fiebre”, ha dicho Murashko, en una comparecencia ante la prensa rusa.
El ministro subrayó que este tipo de complicaciones son previsibles y “están descritas en las instrucciones”. Además, explicó que tres grandes fabricantes se han unido al trabajo sobre la vacuna Sputnik V.
“En paralelo está en marcha la producción industrial de una gran cantidad de dosis de la vacuna, incluidas formas liofílicas y líquidas. Hasta la fecha, tres grandes fabricantes trabajan en esta área. La labor avanza de acuerdo con la hoja de ruta”.
El 11 de agosto el Centro de Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleya registró oficialmente la vacuna rusa Sputnik V, que se producirá con la cooperación del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RFPI).
Según los desarrolladores, la vacuna rusa ha demostrado una inmunogenicidad estable y protegerá contra el nuevo coronavirus por un plazo de hasta dos años.
Según los resultados del ensayo de fase 2 detallados en un estudio difundido por la revista médica británica The Lancet, los voluntarios toleraron bien la vacuna. Entre los eventos adversos más comunes figuraron dolor en el lugar de la inyección (en un 58 % de participantes), hipertermia (en un 50 %), dolor de cabeza (un 42 %), astenia (un 28 %), y dolor muscular y de articulaciones (24 %).
A principios de septiembre comenzaron los ensayos posteriores al registro de la vacuna, en los que participarán unos 40 000 voluntarios de diferentes grupos de edad y de riesgo, según informa la agencia de noticias rusa Sputnik.
El director del RFPI, Kiril Dimitriev, ha dicho que el fondo recibió solicitudes de más de 20 países para adquirir 1000 millones de dosis de esa vacuna. Dimitriev ha contado que Rusia ha cerrado acuerdos para producirla en cinco países, en los que las capacidades disponibles permiten obtener hasta 500 millones de dosis al año.