Dicha iniciativa, impulsada por el Partido Liberal Progresista (PLP) y su líder, el diputado Eliecer Feinzaig, tuvo el respaldo de 40 diputados, mientras que Rocío Alfaro, del partido izquierdista Frente Amplio (FA), votó en contra.
Se trata de una forma de protesta simbólica y homenaje a los presos políticos cubanos, especialmente a aquellos encarcelados tras las protestas del 11 de julio de 2021.
La organización reclamó su liberación inmediata, garantías para su integridad física y el cese de toda forma de hostigamiento, censura y represión contra quienes ejercen el derecho a informar y opinar libremente en la isla.
Como es habitual en el discurso de la dictadura, alegaron que el corte de este servicio "es permisible" si hay un "acto de ataque a la soberanía", hecho que no ocurrió en Caimanera
Monreal dijo que si la inflación fue una de las quejas prominentes en las manifestaciones, "entonces la desaprobación que se expresa es inherentemente política"