Olímpica cubana Yarelis Barrios desde Estados Unidos: “Lo mejor que hicimos fue huir”

La discóbola cubana Yarelis Barrios, subcampeona olímpica de Beijing hasta 2016, cruzó esta semana la frontera sur de Estados Unidos por la zona mexicana de “Piedras Negras” y se asentó en la ciudad de Louisville, en Kentucky.

Barrios se unió a la decena de atletas cubanos que en los últimos meses han cruzado la frontera entre Estados Unidos y México. Lo hizo junto a su esposo, entrenador de atletismo, y su hija de ocho años Ivana Regla Valdés.

En conversación con la reportera deportiva Julita Osendi, la exatleta cubana de alto rendimiento declaró que lo mejor que hicieron fue “huir de nuestra querida Cuba”, en buena parte debido a la situación de la isla y también por su situación laboral luego de haber sido despojada de su medalla olímpica por un supuesto dopaje en 2016.

“Vienen a decirme que yo no soy ejemplo para las nuevas generaciones de atletas, cuando tú sí sabes cuánto trabajé por mejorarles la vida a todos ellos. Era fácil culparme por un doping falso, y sin defensa, pues el abogado que fue conmigo a Lausana, Suiza, sede del Comité Olímpico Internacional, iba desprovisto de armas suficientes para mi defensa. Ese lastre lo tengo encima y de veras no podía más”, señaló.

Barrios contó que no quería recordar esa etapa, pero que vivió muchas presiones por el Consejo de Estado cuando José Ramón Fernández presidía el Comité Olímpico de la isla.

“Quería obligarme a declararme culpable y yo, sabedora de mi inocencia, le repetía una y mil veces que no lo haría porque no era justo”, insistió.

Además de la plata olímpica de Beijing 2008 (que le retiraron en 2016 por el dopaje), la exatleta ganó la medalla de bronce en Londres 2012 y fue cuatro veces medallista mundial. Se tituló dos veces en los Panamericanos y dos veces resultó líder de la prestigiosa Liga del Diamante de Atletismo.

Desde Estados Unidos aseguró que ella y su familia tomaron “el camino de los sueños, y lo más viable era este gran país en el que me encuentro”. Por lo pronto, cree que trabajarán, como cualquier emigrante, en “lo que aparezca”.

“Mientras no tengamos papeles, documentos, haremos lo que venga. La niña puede incorporarse desde ya a la escuela y el inglés lo irá aprendiendo paulatinamente”, explicó.