Joven colombiana hace voluntariado en medio del conflicto de Israel y Palestina

En medio del conflicto entre Israel y Palestina, Laura Correa comparte su testimonio con ADN Cuba como colombiana radicada desde hace 5 años en Israel. Cuando estalló la guerra, su esposo israelí fue llamado a filas para defender a su país y Laura decidió quedarse para servir como voluntaria y ayudar a las víctimas de la guerra.

Según relata, tuvo sentimientos encontrados cuando su esposo partió al frente de batalla, pero intentó ser fuerte. Aunque muchos le dijeron que se fuera de Israel, ella prefirió quedarse haciendo labor social para ayudar a personas necesitadas y a las amigas que estaban solas.  

Debido a los ataques de pánico que sufre, no puede quedarse sola en casa cuando suenan las alarmas antiáereas, por lo que debe resguardarse en refugios públicos. Pero pese al miedo, sale a repartir donaciones a los casi 70 mil desplazados por la guerra, lo que la reconforta.

El contacto con su esposo es escaso. Solo intercambian saludos y él le indica en qué punto cardinal está, para que ella tenga idea del riesgo que corre. Teme el momento en que las tropas ingresen a Gaza. Su suegra la calma diciéndole que mientras no sea por tierra no debe angustiarse. 

Laura sabe de su situación si el ejército llama o sale en las noticias. Se enteró de la muerte de un paramédico por otros soldados. Dosifica las noticias para no desesperarse imaginando escenarios fatales y afirma que el dolor la va haciendo más fuerte para recibir malas nuevas.

Asimismo,la colombiana destaca la solidaridad de otras esposas de militares que se mantienen informadas. Dice estar lista para llorar cuando acabe la guerra, sea cual sea el resultado. Considera que esta fue una afrenta planeada contra Israel y el pueblo judío, del cual ella se siente ahora orgullosa de pertenecer tras convertirse en una más de ellos.