El Gobierno hongkonés prohibió hoy al activista Joshua Wong, uno de los rostros más destacados del movimiento prodemocrático, presentarse a los próximos comicios a nivel de distrito por "defender el derecho a promover la autodeterminación" de la ciudad financiera.
"El candidato no cumple con los requisitos de las leyes electorales. Defender o promover la 'autodeterminación' es contrario a lo que se requiere de un candidato, que es hacer cumplir la Ley Básica (la Constitución local) y jurar lealtad a la Región Autónoma Especial de Hong Kong", alegó la funcionaria Laura Aron en un comunicado.
El activista, de 22 años, afirmó, en una rueda de prensa tras conocer la decisión, que la prohibición "se basa ampliamente" en su afiliación política al grupo Demosisto.
"La decisión está claramente motivada políticamente. Todo el mundo sabrá que la verdadera razón es mi identidad, que es un crimen en su mente. Pekín me ha privado permanentemente del derecho de participación institucional", dijo Wong.
En cualquier caso, añadió que aunque le encarcelen o le expulsen de las elecciones su "compromiso con el movimiento prodemocrático en Hong Kong nunca será erosionado por Pekín y el presidente chino, Xi Jingping".
A su juicio, Pekín ha ejercido "una presión extremadamente fuerte" sobre los funcionarios del gobierno responsables de decidir sobre su candidatura.
"Se ha perdido la neutralidad política de los funcionarios hongkoneses", afirmó.
Wong será el único candidato que no podrá presentarse a las elecciones de los consejos de distrito del próximo 24 de noviembre. El resto han sido aceptados.
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El joven activista saltó a la fama por su protagonismo en la conocida como "Revolución de los Paraguas" de 2014, que buscaba obtener el sufragio universal para la elección del cargo de jefe del Gobierno en la excolonia británica.
Su voz se ha convertido, desde entonces, en una de las más relevantes dentro del movimiento prodemocrático de la ciudad, que desde hace más de cuatro meses y medio registra protestas de manera casi cotidiana.
Las protestas hongkonesas, que se convirtieron en masivas en junio a raíz de una polémica propuesta de ley de extradición -ya desestimada por el Gobierno-, han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos que rigen Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
No obstante, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía son habituales.
En 2018 el Gobierno hongkonés ya vetó la candidatura de una activista prodemocrática, Agnes Chow, a las elecciones parciales del Consejo Legislativo de marzo, por su postura a favor de la autodeterminación de la excolonia británica.
La Ley Básica, la constitución hongkonesa, establece que la ciudad es una parte inalienable de China, pero garantiza los derechos y libertades de los ciudadanos de la ciudad semiautónoma en el marco del principio conocido como 'un país, dos sistemas'. No obstante, el texto compromete a avanzar hacia el sufragio universal.