La Embajada de la República Argentina en Cuba envió condolencias este martes por el fallecimiento de Camilo Guevara March, con solo 60 años de edad.
"La Embajada de la República Argentina en Cuba lamenta con profundo dolor el fallecimiento de Camilo Guevara March, hijo de Ernesto "Che" Guevara y de Aleida March, y director del Centro de Estudios Che Guevara. Acompañamos en este difícil momento a toda la entrañable y querida familia Guevara March, amiga de nuestra Embajada", posteó la sede diplomática.
Según la revista Al Mayadeen, "el hijo mayor del Che Guevara, Camilo, falleció de un derrame cerebral en un viaje a Venezuela". Sin embargo, la agencia estatal Prensa Latina refiere: "La causa de su deceso la víspera fue a consecuencia de un trombolismo pulmonar que derivó en un infarto".
El presidente designado de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ofreció sus condolencias a través de un mensaje en Twitter en el que expresaba: "Con profundo dolor decimos adiós a Camilo, hijo del Che y promotor de sus ideas como directivo del Centro Che, que conserva parte del extraordinario legado de su padre. Abrazos a su madre, Aleida, a su viuda e hijas y a toda la familia Guevara March".
La noticia tomó por sorpresa tanto a los acólitos del régimen como a los opositores. Aunque Camilo Guevara no tenía representación en el ámbito político, heredó reconocimiento social gracias a su padre.
A propósito de la noticia, la periodista Camila Acosta dijo en su perfil de Facebook que "cientos de testimonios" demuestran que Ernesto Che Guevara era un asesino convertido "en una leyenda de revolucionario", estrategia impulsada por la dictadura cubana para "promover su revolución y lavar su imagen."
En su post, la reportera compartió un texto extraído del libro Las víctimas olvidadas del Che Guevara, de María Werlau, que aparece en un artículo publicado por el medio español ABC: "Al llegar Fidel Castro al poder, en 1959, miles de opositores políticos fueron fusilados sin siquiera tener un juicio o después de un juicio sumario sin defensa. Al Che se le vincula con alrededor de cien ejecuciones y fusilamientos en la fortaleza de La Cabaña y en la Sierra Maestra, según ha documentado en su libro ".