Pobladores de los municipios Bauta y Jagüey Grande, en las provincias de Artemisa y Matanzas, respectivamente, protestaron en la noche de este sábado contra los prolongados apagones de los que están siendo víctimas como consecuencia de la crisis energética que atraviesa Cuba y la incapacidad gubernamental para solucionarla.
Sonando cazuelas y a gritos de “¡pongan la corriente, ping..!”, decenas de personas salieron a las calles del barrio La Minina, en Bauta, y alzaron sus voces durante minutos para demostrar su hartazgo con una situación de crisis cuya solución no se vislumbra en el corto plazo, según se aprecia en videos compartidos a través de las redes sociales.
“30 de julio. Bauta, La Minina. Pongan la corriente. Se calentó”, se escucha decir a una de las personas participantes en el cacerolazo, en uno de los videos compartidos por el usuario de Facebook identificado como Natanael Opositor, bajo la etiqueta #CubaParaLaCalle.
La protesta motivó que elementos policiales acudieran al barrio en busca de información sobre los participantes, según se aprecia en una publicación posterior en Facebook del usuario que se identifica como Justo Libertari.
“En La Minina, pidiendo información de quien había tocado calderos. Lo que toca es piedra en los techos”, escribió el usuario para complementar las imágenes que dejan ver a agentes conversando con un morador de la zona, así como para sugerir otras formas de manifestarse contra la precariedad y las vicisitudes que los cubanos deben sufrir en su día a día.
La protesta de Jagüey se suscitó en el consejo popular Australia, donde también decenas de pobladores salieron a las calles cazuela en mano y gritando consignas y reclamos similares a los de La Minina.
Las manifestaciones populares contra los apagones se han ido incrementando en Cuba al tiempo que estos se han ido volviendo cada vez más frecuentes y prolongados.
Entre la noche del jueves 21 de julio y la madrugada del viernes 22 se registraron protestas similares a las de la víspera en el propio consejo popular Australia y en la ciudad de Caibarién, en la provincia Villa Clara.
Unos días antes, cientos de vecinos de Los Palacios, en Pinar del Río, se lanzaron a las calles para expresar su malestar con los apagones, la escasez de alimentos y bienes de primera necesidad, y la falta de explicaciones y soluciones por parte de las autoridades.
Todas las provincias de Cuba, excepto La Habana, sufren cortes de electricidad a diario desde hace meses, algunos de los cuales se han extendido a 12 horas.
Supuestamente para aliviar la situación de las provincias, las autoridades de La Habana anunciaron el viernes su decisión de programar cortes de cuatro horas en los distintos circuitos de la capital a partir del lunes 1 de agosto.
La prensa oficialista refirió inicialmente la decisión de las autoridades habaneras como un “gesto solidario” con Cuba, lo que provocó críticas y burlas en redes sociales, al punto de que la noticia original sobre la decisión fue editada en más de una ocasión.
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El presidente designado del régimen cubano, Miguel Díaz-Canel, se refirió recientemente a la situación energética de la isla y las protestas ciudadanas que está motivando.
En su intervención sobre el tema durante la clausura del Noveno Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el pretendido parlamento del sistema político imperante en Cuba, el cuestionado mandatario justificó los apagones con el infortunio de las constantes averías que se están produciendo en las centrales termoeléctricas y criticó que haya “algunas personas que, para expresar su malestar y su incomprensión, acuden al toque de cazuela y vociferan expresiones en contra de los dirigentes”.
“Algunos aprovechan la ocasión para decir una consigna contra la Revolución, otros participan en hechos vandálicos y lanzan piedras, rompen cristales, y con eso no se resuelve la situación que tenemos”, condenó Díaz-Canel.
En su opinión, da igual si esas personas que se quejan de disímiles maneras lo hacen por convicción o no.
“Están respondiendo a lo que quiere la contrarrevolución y a lo que quiere quienes nos tienen bloqueados, que esos son los que primero han causado toda esta situación que nosotros tenemos”.
“Estamos actuando en consonancia con el plan del enemigo, no con el plan de nosotros. El plan de nosotros tiene que ser de comprensión, de solidaridad, como siempre, de resistencia”, sentenció, sin dar ningún atisbo de esperanza de que los cubanos puedan tener mejores condiciones de vida a corto o mediano plazo.