“Tanto los que estamos aquí, como los que están allá debemos seguir en la lucha constante”, afirmó en Miami el joven artista y modelo Alain Pérez Acosta, uno de los miles de cubanos que se lanzaron a las calles exigiendo “libertad”, el 11 de julio de 2021 en más de 60 localidades de la isla.
Según Pérez Acosta, para lograr un cambio en Cuba se necesita un levantamiento popular mayor que el ocurrido el pasado verano, que pasó a la historia reciente como el 11J. Tanto en el exilio como en la isla habría que “salir a denunciar, protestar, quedarse en las calles por siete días, diez días, 11 días, 15 días”, considera en una entrevista publicada este lunes por el medio YucaByte.
Las protestas de hace un año lo sorprendieron durmiendo una mañana de domingo. El joven, de 20 años en ese momento, vio cómo la rebeldía del poblado San Antonio de los Baños, donde estallaron las manifestaciones, contagiaba al país. Alain Pérez Acosta se vistió y salió a gritar “¡Libertad, libertad!” por las calles de La Habana.
“Llegó un momento en que se unió todo el mundo en Galiano [calle de Centro Habana] y había demasiada gente, la policía no podía controlar eso”, recordó en su entrevista. Cuando la marcha dobló en la calle San Rafael, aparecieron más patrullas y cerraron la vía. “La policía empezó a agredir, empezaron a tirar gases lacrimógenos, empezaron a disparar tiros al aire”.
Los manifestantes se desviaron hacia el Parque de la Fraternidad, desde donde continuaron hacia el Capitolio y después hacia el Paseo del Prado. Frente a la embajada española, cerca del malecón de La Habana, los cubanos cantaron el himno nacional y continuaron protestando contra el gobierno.
En ese momento, según el testimonio de Alain Pérez, llegaron varios ómnibus con “represores” y partidarios del régimen armados con palos. “Ahí fue cuando la protesta se desató y empezaron a dar golpes más fuertes. Tenías que estar dispersado. Eso fue horrible. Sin internet…Yo me tuve que conectar en la noche mediante el VPN y (…) subí mis videos, subí las fotos de toda la protesta”.
Las imágenes captadas por el joven se hicieron virales. Pocos días después, las autoridades comienzan a acosarlo. “A mi casa fue el jefe de sector con una comunista a amenazarme, me pusieron una multa de 5000 pesos, me sentía vigilado, la Seguridad del Estado me perseguía, le hicieron actos de repudio a mis abuelos de 70 años”.
Agregó que “estaba siendo discriminado: me tuve que cambiar de renta tres veces, porque las tres veces [los caseros] me sacaron de la renta. La Seguridad del Estado iba y hablaba con esas personas y les decía: tienes que sacarlo”.
Alain Pérez Acosta decidió exiliarse por el hostigamiento de la policía política cubana. Se fue a El Salvador, donde vivía una persona con la que mantenía una relación sentimental. En el país centroamericano trabajó como guionista y en el Teatro Nacional.
Finalmente, decidido a no regresar a Cuba, optó por emprender la ruta migrante hacia Norteamérica y radicarse en Miami. Pérez Acosta fue uno de los más de 157 000 cubanos que desde octubre de 2021 arribaron a la frontera sur de EE. UU.
De sus experiencias en el sur de la Florida, Alain destaca el desfile del Orgullo LGTB 2022, a su juicio muy diferente a las expresiones de la comunidad gay autorizadas en la isla.
“[En Cuba] no fue lo mismo que yo viví aquí. Desde que yo entré en la carroza [en Miami], que empezó el desfile, el público en la calle, la aceptación, la policía, todo, las patrullas gais, con logos gais (…), yo me quedé alucinando con eso”. El joven actuó como bailarín en la marcha del Orgullo, donde sintió como nunca antes una sensación de “libertad”, asegura.
Alain Pérez Acosta está decidido a rehacer su vida en Miami. Firmó un contrato con el diseñador de ropa interior para hombres Andrew Christian y ha recibido otras ofertas de empleo. Quiere desarrollarse en el modelaje y la actuación, además de emprender estudios.