Tras la peor zafra azucarera de los últimos 100 años, el régimen de Cuba debe a los productores de caña más de 2000 millones de pesos, confirmó este miércoles Julio Andrés García Pérez, presidente del grupo empresarial Azcuba.
Como resultado de la molienda 2021-2022, en la que se produjeron poco más de 470 000 toneladas de azúcar, se arrastra una deuda con los productores de 2 100 millones de pesos, reconoció el funcionario estatal en un informe a la Comisión Agroalimentaria del Parlamento cubano, según reseña la prensa oficial.
El monto, equivalente a más de 85 millones de dólares al cambio oficial, es solo una las caras del desastre de la que fuera una vez emblemática agroindustria cubana, que bajo el gobierno comunista ha registrado las peores producciones de su historia.
Según García Pérez, en la última zafra se presentaron problemas como la desorganización en la arrancada y terminación de la cosecha, la violación de los ciclos de mantenimiento de la maquinaria y rotura de equipos, el déficit de recursos y combustibles, y el bajo aprovechamiento del transporte disponible.
El presidente de Azcuba dijo que la zafra 2022-2023 “se realizará con una nueva concepción del modelo de negocios, aplicando con mayor prontitud las 43 medidas aprobadas en el sistema empresarial, las 63 aprobadas para el sector agropecuario y las 93 dirigidas a revitalizar la agroindustria azucarera”. De acuerdo con el funcionario, se ejecutará en tres etapas, y esperan poder garantizar las demandas de azúcar para el consumo doméstico, las empresas mixtas y el turismo. Además, participarán solo 26 fábricas de azúcar.
“Molerán los centrales que tengan más posibilidades, los que tengan más caña, dispongan del financiamiento que asegure el alistamiento productivo, la maquinaria y el transporte automotor y ferroviario, y con ellos vamos a producir el azúcar que necesita el país para su consumo”, prometió García Pérez.
Díaz-Canel teme a que se acabe la caña en Cuba
El pasado 27 de junio, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel reconoció que la situación de la industria azucarera es crítica y que, de seguir con la tendencia descendente, “en dos zafras no habrá caña para hacer azúcar en Cuba”.
En una reunión con directivos de la industria, el primer secretario del Partido Comunista advirtió que los centrales sufren de obsolescencia tecnológica y se siembra menos caña de la necesaria para recuperar la utilizada en cada zafra. “Esa es la realidad, es una realidad dura, pero ese lujo no podemos dárnoslo, porque este país se distingue, entre otras cosas, por producir azúcar”, dijo Díaz-Canel.
“Hemos llegado a un círculo vicioso. Queremos hacer más; queremos crecer, esa es la voluntad, pero cada vez tenemos menos caña y cada vez los centrales están más deteriorados”, declaró.
Las previsiones oficiales para la zafra 2021-2022 anunciaban la producción de unas 911 000 toneladas, a partir de la actividad de una treintena de fábricas. Apenas se llegó a producir la mitad del azúcar planificado.
Unos 156 centrales estaban operativos en Cuba antes de 1959, cuando Fidel Castro tomó el poder por una revolución que terminó en dictadura comunista. Los 5,6 millones de toneladas de azúcar recolectados en 1959, o los 7 y hasta 8 millones en las mejores temporadas (entre 1970 y 1989, según cifras oficiales), se han reducido a poco menos de un millón proyectado para última zafra, una cifra que tampoco se cumplió.
En enero de este año, solo se logró sembrar el 70% de la caña prevista, según informó el diario oficial Granma. El Gobierno atribuyó la situación, en parte, a “problemas de carácter organizativo y de disciplina”, sin mencionar la enorme deuda que tiene con los productores.
Foto de portada: lezumbalaberenjena/ Flickr