Senadores y congresistas de los Estados Unidos critican este lunes a la Administración Biden tras el anuncio de nuevas medidas en la política hacia Cuba, que incluyen, entre otras, el aumento del límite de 1000 dólares para el envío trimestral de remesas, el restablecimiento de vuelos chárter y regulares a provincias de la isla y el aumento del procesamiento de visas en la Embajada de Estados Unidos en La Habana.
En un comunicado, Bob Menéndez, senador demócrata de origen cubano, rechazó la decisión de restablecer la autorización para algunos tipos de viaje que el expresidente Donald Trump había restringido, como aquellos con supuestos fines educativos o profesionales, así como los de grupos de estadounidenses que harían contactos con el pueblo cubano.
De acuerdo con Menéndez, presidente del comité de Exteriores del Senado, esos viajes equivalen a turismo regular, oficialmente prohibido para los ciudadanos estadounidenses por el embargo económico al régimen comunista. “Seamos claros, aquellos que aún piensan que incrementar los viajes servirá para fomentar la democracia en Cuba están simplemente negándose a reconocer la realidad”, afirmó el senador demócrata.
El Departamento de Estado aseguró en un comunicado que estas medidas fueron tomadas para “aumentar el apoyo al pueblo cubano en línea con nuestros intereses de seguridad nacional. El pueblo cubano enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, y nuestra política continuará enfocándose en empoderar al pueblo cubano para ayudarlo a crear un futuro libre de represión y sufrimiento económico”.
En cambio, Menéndez afirma que “durante años, Estados Unidos alivió de manera estúpida las restricciones de viaje con el argumento de que millones de dólares estadounidenses traerían la libertad y nada cambió. Y como advertí entonces, el régimen se rió de cualquier promesa de aflojar su férreo control sobre el pueblo cubano y terminamos ayudando a financiar la maquinaria detrás de su continua opresión”.
Su colega Marco Rubio, miembro republicano de mayor rango en el subcomité del Senado dedicado a América Latina, afirmó en Twitter: “El régimen en Cuba amenazó a Biden con la migración masiva y tiene simpatizantes dentro de la administración y el resultado es que hoy vemos los primeros pasos hacia las políticas de Obama sobre Cuba”.
Por su parte, el congresista Mario Díaz-Balart dijo estar “indignado” porque el actual gobierno de los Estados Unidos “haya decidido debilitar las sanciones y apoyar a la brutal dictadura cubana”.
El legislador de Florida afirmó que “mientras cientos de presos políticos, incluidos menores de edad, languidecen en las cárceles cubanas, la Administración Biden busca formas de mantener a sus opresores en el poder”.
El senador Rubio y el congresista Díaz-Balart, representantes de la gran comunidad de exiliados cubanos del sur de la Florida y sus descendientes, están entre los políticos que emitieron una declaración este lunes donde afirman que “las concesiones unilaterales del presidente Biden son una traición a la causa de la libertad de Cuba”.
En el documento, al que tuvo acceso ADN Cuba, se expresa: “Durante las históricas protestas del año pasado contra el régimen de Cuba, el presidente Biden dijo: 'EE. UU. apoya a los valientes cubanos que han salido a las calles para oponerse a 62 años de represión bajo un régimen comunista'. Sin embargo, hoy, mientras cientos de activistas continúan ilegalmente encarcelados, la Casa Blanca está resucitando la política fallida de concesiones unilaterales del presidente Obama a la dictadura criminal de Castro/Díaz-Canel”.
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El comunicado, firmado además por los congresistas Michael McCaul, Mark Green, María Elvira Salazar y Carlos A. Giménez, junto con los senadores James Risch, Ted Cruz, Rick Scott, y Bill Cassidy, critica que “en lugar de apoyar las súplicas de libertad del pueblo cubano mediante la expansión de programación democrática, la transmisión, la diplomacia global y las sanciones contra sus opresores, la Casa Blanca de Biden está recompensando a la dictadura comunista más larga del hemisferio occidental no solo con conversaciones de alto nivel, suavizando las sanciones, aumentando los viajes, el acceso a EE. UU. y a nuestras instituciones financieras”.
Los políticos agregan que “apaciguar al régimen asesino de Cuba no cumple con los requisitos legales de la ley de EE. UU. y socava el apoyo a la oposición democrática de Cuba”.
“Las repetidas concesiones de la Administración Biden a la dictadura cubana son una traición al compromiso de nuestra nación con los derechos humanos y la libertad, y con el pueblo cubano que lucha por una transición democrática”, concluyeron.
La congresista Salazar agregó en su Twitter que el cambio de política es “otra bofetada al pueblo cubano y la causa de la libertad”.