El presidente cubano Miguel Díaz-Canel calificó de “zafra mala” el desempeño en 2021 y 2022 de la industria azucarera cubana, que vive los peores momentos de su historia, según los expertos.
El primer secretario del Partido Comunista pidió “hacer la mayor cantidad de azúcar” durante los últimos días de esta zafra, que va de diciembre a abril, y recordó que “el sector azucarero no puede desaparecer”.
“A la zafra de este año tenemos que cambiarle la cara, tenemos que convertirla en una victoria sobrecumpliendo el plan de siembra de caña y teniendo una buena producción de derivados, como los alcoholes, para lograr más ingresos por exportaciones en lo que ya es una zafra mala”, declaró.
El sector azucarero, antiguamente el motor económico de Cuba, quedó convertido en una sombra de su pasado cuando el fallecido presidente Fidel Castro Ruz ordenó en 2002 desmantelar 120 ingenios de los 165 que estaban en funcionamiento por entonces.
La zafra 2020-2021 fue "una de las peores en la historia de Cuba" al cumplir solamente el 66 % del plan previsto de 1,2 millones de toneladas, informó en su momento la agencia EFE, citando al grupo estatal azucarero Azcuba.
En concreto, en 2021 se registró la cifra más baja desde 1908, con apenas 800 000 toneladas métricas de azúcar sin refinar, por lo que el país anunció que importaría azúcar, una medida sin precedentes en la historia de Cuba.
De los 156 centrales operativos en Cuba antes de 1959 quedan 56, y solo 38 de ellos molieron en la cosecha 2020-2021.
Los 5,6 millones de toneladas de azúcar recolectados en 1959 al triunfo de la Revolución, o los 7 y hasta 8 millones en las mejores temporadas (entre 1970 y 1989), se han reducido a poco más de un millón proyectado para la actual zafra.
En enero de este año, solo se logró sembrar el 70 % de la caña prevista, según informó el diario oficial Granma. El Gobierno atribuyó la situación, en parte, a “problemas de carácter organizativo y de disciplina”.
Las previsiones oficiales para esta cosecha prevén una producción de unas 911 000 toneladas a partir de la actividad de una treintena de fábricas de diciembre a abril próximo.
De acuerdo con información ofrecida en la reunión de la Asamblea Nacional de diciembre pasado, la producción de azúcar de esta etapa está destinada en su mayor parte al consumo interno —500 000 toneladas—, mientras otras 411 000 están previstas para la exportación.
