El galeno cubano Manuel Guerra llegó a suelo estadounidense luego de varios días de travesía. Guerra salió de Cuba por las constantes presiones y amenazas de cárcel en su contra.
“A Dios gracias, llegamos...Noche fría, trayecto más que complejo y el desierto de Arizona que para colmo asedia nuestra integridad física, mas no nos importa; el aire que se respira tiene aroma a libertad”, escribió este 19 de marzo en un post de Facebook.
El médico contestario anunció su salida del país el pasado 12 de marzo. Guerra compartió la noticia con sus seguidores en redes:
“Ver a mi madre desconsolada, arrodillada ante mí pidiéndome [que] atenuara mi posición contra el gobierno, diciendo que me prefería lejos antes que preso, es una engorrosa imagen que no se borrará fácilmente de mis recuerdos, y si les soy sincero, desde ese mismo día tomé mi decisión”.
El médico ha sido una de las víctimas de la represión por sus ideas políticas, explicó en su publicación que su salida del país ha estado antecedida por varios episodios de represión, uno de los cuales fue una acusación de desacato en octubre de 2021.
“Terminé siendo esposado y trasladado al departamento de instrucción penal acusado por el delito de desacato, no sin antes recibir amenazas del tipo: tengo unas ganas de arrancarte los dientes de un piñazo por "contrarrevolucionario", la vas a pasar mal, mediquito; mostrando nulo respeto hacia un ciudadano aherrojado en ese entonces...”, recordó.
Guerra expresó que en más de una ocasión fue presionado para que abandonase el país: “Pasé de estar regulado migratoriamente por el MINSAP (como lo muestro en el post), a ser un hereje en mi profesión”.
“El juicio era inminente en ese entonces, la presión ejercida por los organismos de la seguridad del estado era nociva y constante. Con la torpeza que los caracteriza me hicieron comprender que el decreto ley 370 estaba vigente y que podía ser un agravante en el "proceso investigativo" que se estaba llevando a cabo; en otras palabras: "calladito te ves más bonito"... No sería la primera vez que un inocente terminaría tras las rejas, de ejemplo tenemos a Luis Robles, LMOA, Osorbo, Ferrer y un sin número de presos de conciencia que ya rebasan el millar”, escribió.
Sobre el pueblo de Cuba, Guerra sentenció que “Nuestra isla no está al borde del colapso por el dictador que nos avasalla, sino por el pueblo sumiso que obedece y ha concebido el irrespeto a sus derechos y la miseria que nos rodea como parte de la cotidianidad del cubano”.
En su post mencionó a otros activistas cubanos y médicos que han enfrentado al régimen cubano a pesar de las consecuencias.
“No me fui de Cuba ni ella de mí, ahora, por el momento, vivo un poco más lejos, pero mi pensamiento permanece en mi tierra, en mis raíces. Por una Cuba inclusiva, plural y democrática...”, concluyó.
Guerra fue expulsado el pasado 20 de octubre de su centro de trabajo, el Hospital Municipal Nicodemus Regalado, en Holguín.
Allí se desempeñaba como especialista en ginecología y obstetricia, con excelentes resultados, acreditados por las evaluaciones de sus superiores.
Desde 2020, la Seguridad del Estado acosa a Guerra por su postura crítica con el régimen de La Habana: constantemente lo citan para interrogarlo y amenazarlo con la prisión.