La internauta Elianne Martínez denunció este 15 de septiembre en redes sociales la convivencia de personas enfermas de Covid-19 y cadáveres en las salas del hospital Calixto García, de La Habana.
En los videos que subió a Facebook, Martínez muestra el cuerpo de una anciana que falleció en la mañana del 14 de septiembre a pocos metros de pacientes y sus familiares ingresados en el centro médico.
La tardanza del personal encargado del traslado permitió que ocurriera este suceso. La internauta fecha la permanencia del cadáver en la sala todavía a las 9:00 de la noche de Cuba.
La isla vive su tercera ola de contagios, la más peligrosa hasta el momento, con cifras que alcanzaron en agosto hasta 9000 casos diarios para una población de algo más de 11 millones de habitantes.
Las denuncias o señalamientos de hospitales colapsados y sucesos extraordinarios abundan en redes sociales. Incluso, la prensa controlada por el Partido Comunista se ha hecho eco de el aumento de las muertes y la ampliación de los cementerios debido al número creciente de cadáveres.
A inicios de agosto, cuando los casos sobrepasaban los 9000 diarios, ADN Cuba publicó imágenes de un hospital en Granma, al oriente de Cuba, en las cual se veían cadáveres en los pasillos, a la espera de ser transportados fuera.
Entre las medidas de emergencia ideadas por el gobierno cubano están la utilización de vehículos privados y estatales para transportar a enfermos y fallecidos, debido a la escasez de ambulancias y carros funerarios. Incluso se llega a utilizar carretones tirados por caballos en zonas rurales.
En el hospital de Bayamo, capital de la provincia, camiones convertidos en transportes de muertos se llegaron a ver a la espera de su cargamento en el fondo de la instalación por vecinos del lugar, que compartieron las imágenes en redes sociales.
El titular del Ministerio de Salud Pública (Minsap), José Ángel Portal, reconoció en agosto que las cifras de muertes del Minsap son “imprecisas”, pues “solo ingresan los fallecidos que en el momento de su deceso tienen un PCR positivo”, lo que sugiere que el número de muertos es mayor.
En los cementerios se amplían bóvedas y espacios abiertos para dar cabida a los muertos, que llegan sin cesar. La situación en los hospitales es crítica: faltan camillas, medicamentos, oxígeno, camas y personal médico.
