El opositor y exprisionero político Pablo Moya Delá falleció este 26 de agosto en horas de la noche, tras adquirir una bacteria en el hospital Clínico Quirúrgico de Santiago de Cuba, según denunció a ADN Cuba su hijo, Daineris Moya García.
De acuerdo con Moya García, un clínico, de apellido Gallego, le confirmó que su padre había adquirido una bacteria en la sala 5B del hospital Clínico Quirúrgico.
A Moya Delá le habían otorgado recientemente la libertad extrapenal, luego de estar desde diciembre de 2020 recluido en la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba, y haber realizado una huelga de hambre de 40 días aproximadamente.
Se encontraba desde inicios de agosto en el centro médico, para tratar las secuelas de la huelga de hambre y la falta de atención médica que padeció en prisión.
"El doctor me dijo que ya había rebasado la situación estomacal y solo quedaba alimentarse con antibióticos. Pero tenía una fiebre de 39 que no se le bajaba", contó Moya García sobre la situación de salud de su padre.
"Los médicos carecen de medios de seguridad; muchos trabajan sin guantes, y el que tiene un solo guante, pasa por todos los pacientes", añadió.
El sepelio ocurrió inmediatamente el 26 de agosto, siguiendo los lineamientos sanitarios por la pandemia de COVID-19.
"Sabemos quiénes son los responsables y cuando llegue el momento tendrán que pagar por tantos crímenes cometidos, porque mi padre Pablo Moya Delá nunca debió ir a prisión. Familiares y amistades responsabilizamos al gobierno", concluyó Moya García.
Moya Delá fue detenido en octubre de 2020 en La Habana, por realizar una protesta pacífica donde exigía el cese de la represión y el abastecimiento en tiendas estatales de insumos de primera necesidad.
Lo mantuvieron varios días recluido en la Oncena Unidad de San Miguel, y luego lo trasladaron en huelga de hambre y en calidad de 'ilegal' hacia Santiago de Cuba.
A finales de diciembre anterior fue trasladado al centro penitenciario Boniato, la prisión de mayor severidad en Santiago de Cuba.
Padecía de hipertensión arterial y cardiopatía, enfermedades que se le agudizaron por la falta de atención médica en prisión. Era un cuentapropista que llevaba años denunciando sus problemas y los de muchos emprendedores en Cuba.
Durante una entrevista con ADN Cuba en julio de 2020, opinó que el gobierno cubano no quiere que sus ciudadanos prosperen. "Ellos (gobierno) no quieren que haya desarrollo económico en el individuo", expresó entonces a la revista.