Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) invirtieron este martes algunas pautas contra el COVID-19, recomendando el uso de mascarilla en espacios cerrados en todo Estados Unidos, incluso para las personas vacunadas.
La recomendación de las mascarillas incluye a maestros, personas, estudiantes y visitantes de las escuelas, independiente del estado de inmunización.
Según la nueva guía, el aumento de casos de COVID-19 y las hospitalizaciones se han disparado significativamente, por lo que ciudades como Los Ángeles y St. Louis decidieron volver a los mandatos de las máscaras.
Los CDC informaron que Estados Unidos tiene un promedio de más de 57,000 casos por día y 24,000 hospitalizaciones a causa del virus.
La mayoría de las nuevas infecciones en el país son de personas que no se han vacunados, pero las infecciones de “avance” pueden ocurrir en las personas ya vacunadas.
La directora de los CDC, la Dra. Rochelle Walesky, dijo que anteriormente se descubrió que las personas vacunadas infectadas tenían niveles bajos de virus y se consideró poco probable que propagaran el virus, incluso ante las cepas predominantes que habían surgido.
Sin embargo, con la nueva variante Delta, el nivel de virus en las personas vacunadas infectadas es “indistinguible” del nivel de virus de las personas no vacunadas, informó Walensky.
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Estos datos surgieron durante los últimos días a partir de 100 muestras y aunque no está publicado oficialmente, Walensky dijo que el aumento de casos “es lo suficientemente preocupante que sentimos que tenemos que actuar”.
El estudio arrojó que las personas vacunadas “tienen el potencial de transmitir ese virus a otras personas”, agregó la directora de los CDC.
Durante gran parte de la pandemia, la agencia había recomendado a los estadounidenses que usaran máscaras al aire libre si estaban a una distancia de 6 pies entre sí.
En abril, cuando la jornada de vacunación tenía buen rumbo, la agencia flexibilizó sus medidas sobre el uso de las mascarillas al aire libre, afirmando que aquellas personas completamente vacunadas ya no necesitaban usar las máscaras a menos que estuvieran entre una gran multitud.
En mayo, las pautas se flexibilizaron aún más para las personas vacunadas, lo que permitió que dejaran de usar mascarillas al aire libre, inclusive si se encontraban rodeados de una gran cantidad de gente.
Ken Thigpen, un terapeuta retirado que ahora trabaja para un fabricante de dispositivos médicos, había dejado de usar la mascarilla después de que los CDC cambiaran su guía en mayo, pero lo reconsideró la última semana después de que su trabajo lo obligó a ser testigo de las hospitalizaciones.
“Esa variante delta es intensa. Es tan transmisible que tenemos que hacer algo para reducirlo”, fueron las palabras de Thigpen.