El desabastecimiento de medicamentos en Cuba afecta especialmente a los antibióticos, reconocieron este miércoles las autoridades del país caribeño, cuyos laboratorios trabajan para recuperar la producción de fármacos indispensables como la amoxicilina.
"La inestabilidad en la producción de algunos medicamentos ha generado una lógica preocupación en la población", publicó este día el diario oficialista cubano Granma, en un artículo en el que explica la situación de los productos y su disponibilidad.
El desabastecimiento afecta especialmente a los antibióticos, que "hasta finales del mes de julio continuaban severamente afectados por la falta de materia prima", según la empresa farmacéutica estatal 8 de Marzo, citada por el diario.
BioCubaFarma, el grupo empresarial del Estado cubano encargado de producir medicamentos, produce más de la mitad de los aproximadamente 800 fármacos consumidos en el país, para lo que importa más del 85 % de la materia prima, en su mayoría comprada en mercados lejanos como China, India y Europa.
La isla recurre a esos mercados debido al embargo que EE.UU. mantiene sobre el país desde hace seis décadas.
El grupo mantiene, según recalcó Granma, el "compromiso de hacer todo lo posible para reducir las afectaciones en la disponibilidad" en la red de hospitales y farmacias del país.
Estas han sufrido también en lo que va de año el desabastecimiento de productos para diabéticos, como lancetas de glucosa, y medicamentos diversos como clopidogrel (para tratar enfermedades vasculares), clortalidona (hipertensión), clordiazepóxido (ansiedad), metimazol (tiroides) y dorzolamida (glaucoma), aunque en algunos casos ya han sido repuestos parcialmente o se encuentran en proceso de fabricación tras interrupciones temporales.
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En los últimos tres años, Cuba ha sufrido desabastecimiento de medicamentos de alto consumo, que se atribuye principalmente a impagos a proveedores extranjeros, aunque también influyen la venta ilegal y otras prácticas fraudulentas en el acceso a los fármacos.
En el país caribeño las medicinas están subvencionadas por el Estado y se pagan en moneda nacional muy por debajo de su valor de mercado, por lo que una parte acaba desviada al mercado ilícito para ser vendidas en divisas
Las autoridades de la isla han intensificado el control desde 2017 tras descubrir una red de funcionarios y obreros que adulteraba con un placebo un medicamento de consumo infantil, lo que llevó a aplicar duras medidas administrativas.