Colonial Pipeline, mayor red de oleoducto de Estados Unidos, comenzó a restablecer sus operaciones este miércoles luego de su cierre a causa de un ciberataque que generó problemas de combustible y el alza de sus precios en el país.
El cierre duró casi una semana del ducto que abastece con gasolina a buena parte del sureste de Estados Unidos.
La compañía aclaró que tomarán días para que la gasolina empiece a fluir de forma habitual hacia los estados a los que ese ducto provee y que trasporta cerca de 2.5 millones de barriles de gasolina y otros combustibles como diésel o combustible para aviación.
El 45% de los combustibles que consume la Costa Este fluyen a través de esa red de tuberías, que es también la más grande de Estados Unidos.
La empresa aclaró que intentará suministrar tanto combustible como sea posible de forma segura hacia los puntos afectados, que van desde las estaciones de servicio hasta aeropuertos.
Hasta los momentos, se desconoce si la compañía pagó para que sus operaciones fueran “liberadas” por un grupo ruso llamado DarkSide, en donde Rusia negó involucrarse con el atentado hacia la empresa estadounidense.