El presidente, Joe Biden, anunció desde el Rose Garden de la Casa Blanca este jueves, una serie de medidas ejecutivas que buscan frenar la violencia armada, comenzando con frenar la proliferación de armas que se fabrican desde casa.
El presidente ha calificado los hechos como “una epidemia” con la que hay que acabar. “Basta ya”, dijo el mandatario, quien recordó que la nación se encuentra en medio de una emergencia de salud pública.
Del mismo modo, Biden recalcó que entre el tiroteo de Georgia y el de Colorado, que sucedieron en menos de una semana, en Estados Unidos hubo 850 tiroteos que dejaron 250 muertos y más de 500 heridos.
El mandatario se dispuso a ordenar al Departamento de Justicia que en 30 días presente un plan para “ayudar a frenar el incremento” de este tipo de armamento.
Por otro lado, en un plazo de 60 días, el presidente también ordenará al Departamento de Justicia que regule los dispositivos con forma de arandela por donde se puede meter el brazo y que al descansar el arma les da más precisión, haciendo referencia al “arm brace”.
El autor del tiroteo en un supermercado de Boulder, en Colorado, que dejó 10 muertos, usó uno de estos dispositivos en su balacera.
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Biden anunció que planea nombrar a David Chipman para dirigir la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, siglas en inglés), una de las audiencias de confirmación más difíciles en el Senado, divido 50-50.
Chipman es un ex agente de la ATF que defendió la regulación de las armas desde el sector privado.
La ATF ha tenido la mayor parte del tiempo a directores pendiente por confirmar, lo que su aceptación en el Senado podría ser dura.
Las medidas de Biden se toman en un momento en el que las ventas de armas se han disparado en medio de la pandemia por el COVID-19. El año 2020 marcó un récord en homicidios con armas en Estados Unidos, según fuentes de la Administración del presidente.
La Casa Blanca también pedirá al Departamento de Justicia que establezca un modelo de legislación llamado “bandera roja” para los Estados, que permite a los familiares o a las fuerzas del orden solicitar una orden judicial que prohíba temporalmente a las personas con problemas, el acceso a las armas de fuego si representan un peligro para sí mismos o los demás.
Además, Biden declarará un aumento de la financiación de las iniciativas destinadas a reducir la violencia urbana, dotando programas por valor de $5,000 millones en los próximos ocho años.