Un grupo de balseros cubanos que fueron rescatados en alta mar el martes, luego de su fuga de Islas Caimán, se niegan a regresar a ese país pues temen ser apresados y deportados a Cuba.
Aduanas y Control fronterizo (CBC, por sus siglas en inglés) ha dicho que estaban haciendo todos los esfuerzos para “acomodar la seguridad” de los migrantes –entre ellos un bebé– que se niegan a desembarcar el buque de carga Bulk Freedom, atracado frente al puerto de George Town, capital de Islas Caimán.
Sin embargo, este miércoles por la tarde se confirmó que uno de los 13 migrantes cubanos en el barco “desembarcó voluntariamente”, y ha sido llevado a las instalaciones de cuarentena del gobierno. “No se han reportado problemas médicos”, aseguraron las autoridades, según el diario local Cayman Compass.
La CBC reconoció que el grueso de los cubanos no quiere abandonar el barco. “El Gobierno de las Islas Caimán continúa prestando atención de conformidad con la Convención sobre los Refugiados de 1951 y ese enfoque continuará”, dijeron.
En total, quedaban hasta la tarde de este miércoles 10 hombres adultos, dos mujeres adultas y una bebé a bordo de la embarcación. En videos publicados por los balseros cubanos en redes sociales, se ve que para hacerlos bajar del buque se involucró el Servicio de Policía de las Islas Caimán y la Guardia Costera.
Oficiales y vehículos del Servicio de Policía, así como una camioneta de transporte carcelario, estaban esperando en el muelle del puerto de George Town al grupo de cubanos que huyeron de Caimán durante el finde semana, instándolos a desembarcar del barco panameño que los recogió mientras huían por mar.
La fuga
El 6 de abril se conoció que el grupo de balseros cubanos que esperaban asilo en Islas Caimán desapareció de su refugio.
Un comunicado de aduanas confirmó que perdieron la señal de los dispositivos de monitoreo de los cubanos en el mar, la noche del domingo 4 de abril. Caimán está obligado a reconocer a los solicitantes de asilo y procesarlos como tales, o deportar a aquellos que no soliciten asilo de regreso a Cuba.
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Sin embargo, ambos procesos llevan tiempo y, como resultado, las autoridades de Islas Caimán deben brindar apoyo a los migrantes mientras permanecen bajo la supervisión de la agencia de control fronterizo. Debido a que el país no puede proporcionar un centro de detención de inmigrantes que cumpla con los estándares de derechos humanos, el gobierno ha comenzado a alojarlos en la comunidad con etiquetas electrónicas.
El domingo, Aduanas y Control Fronterizo descubrieron que los cubanos, a quienes se les habían emitido pulseras de vigilancia, no podían ser localizados. Más tarde se supo que un barco panameño había recogido a los balseros cubanos a la deriva a unas 50 millas náuticas al oeste de Gran Caimán.
Rescate en alta mar y resistencia a bajar
Los migrantes fueron recogidos por el barco que pasaba, después de meterse en dificultades en la embarcación con la que escaparon de Caimán.
Un buque de la Guardia Costera de las Islas Caimán se encuentra actualmente junto al carguero Bulk Freedom, y agentes de la policía y de aduanas y control fronterizo están a bordo para presionar a los cubanos.
En una directa desde el el barco, el cubano Javier Jouz Varona muestra a los agentes de policía en la puerta de la sala de recreación en la que se reúnen los migrantes. Sin embargo, se niegan a desembarcar y dicen que no quieren regresar a Caimán.
“No queremos volver a las Islas Caimán. No queremos hablar con el gobierno”, enfatizó Jouz Varona.
Agregó que quería que los medios internacionales “vieran lo que está pasando en las Islas Caimán”.
Los cubanos dijeron que iniciarán una huelga de hambre si no se les permite irse y denunciaron acoso y “represión” por parte de las autoridades, a pesar de que ellos son “pacíficos”.
Una vez que desembarquen, los cubanos deberán someterse a los protocolos de pruebas y cuarentena de la COVID-19, informó Cayman Compass.