Migrar no es sencillo. Irse del país donde está la familia, la comida autóctona y los afectos no es fácil. Pero muchos venezolanos, más de 5,4 millones según cifras de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), lo hicieron para lograr mejores condiciones económicas y huir del gobierno de Nicolás Maduro.
Algunos han visto su intención de mejorar entorpecida por malos tratos y humillaciones en países como Perú. En lo que va del 2021, desde esa nación se han incrementado el número de noticias sobre la tensión existente entre venezolanos y peruanos. Incluso se dio el asesinato de dos venezolanos, primero un comerciante informal que tenía un negocio en un mercado de la ciudad Trujillo, quien se negó pagar una extorsión al delincuente peruano apodado “Cara cortada”.
La segunda víctima fue otro joven ultimado cuando iba en su motocicleta; el presunto móvil es el robo. Luego de estos casos, se conoció que el pasado sábado 20 de febrero un venezolano que trabaja como repartidor fue víctima de discriminación y amenazado con un arma de fuego por un ciudadano peruano, cuando le llevó un pedido a su vivienda.
De acuerdo con el relato del repartidor venezolano, el altercado inició al llegar a la casa y tocó el timbre de quien había pedido el delivery, para que recogieran la mercancía. Fue recibido por un peruano armado, quien ordenó que pasara a su casa.
El venezolano, identificado como Osvaldo Girán, se negó y luego vio cómo el hombre disparó al aire y dijo: “¿Tú crees que porque los venezolanos están matando a los peruanos te voy a tener miedo?”, narró al diario El Comercio.
Por fortuna, Girán logró huir del sitio, pero al caso se le sumó la noticia de otra grabación de un peruano, identificado como Silvano Cántaro, que fue lanzado desde un puente en Colombia, presuntamente por sicarios venezolanos.
Pese a que el suceso se registró en otro país, peruanos salieron a las calles a manifestar su rechazo a la presencia de migrantes de Venezuela. Los protestantes atacaron con piedras y otros objetos contundentes la sede de la embajada chavista en Lima. Además, exigieron al presidente Francisco Sagasti la expulsión de venezolanos ilegales y con antecedentes delictivos, utilizando consignas discriminatorias.
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El nivel de las protestas llevó a que el domingo 21 de febrero Carlos Scull, representante diplomático de Juan Guaidó (reconocido como presidente interino de Venezuela por el gobierno de Perú), solicitara a Sagasti una medida de protección hacia los venezolanos, por tratarse de hombres, mujeres y familias enteras que huyeron de una crisis económica y política.
La Defensoría de Perú también se manifestó y condenó los actos de xenofobia contra venezolanos en ese país, por lo que ordenó empezar una investigación sobre las protestas contra los migrantes y así proceder con la aplicación de sanciones.
“Las acciones discriminatorias no deben ser toleradas por la sociedad ni las autoridades. Exigimos investigar y emitir sanciones correspondientes”, indicó el organismo en un mensaje que transmitió a través de su cuenta en Twitter.
Discriminación de venezolanos en Perú no es nueva
Según el Banco Mundial en Perú hay actualmente más de 1,2 millones de migrantes y refugiados de Venezuela. Pese a esa cantidad, el representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Perú, Federico Agusti, ha manifestado que el 60% de venezolanos en ese país se han sentido discriminados en algún momento.
Uno de ellos fue Ángel, un joven de 27 años a quien se le omite la identidad por seguridad, quien narró a ADN Cuba cómo hace dos años decidió irse de Venezuela a Perú y se devolvió a comienzos de 2020 por la xenofobia.
“Yo soy ingeniero y de verdad me cansé de los gritos, de los horarios inflexibles, que me llamaran 'veneco', que me dijeran: '¿qué haces aquí?, seguro eres delincuente'”, señaló el joven.
Estas historias muestran lo que les ha tocado vivir a muchos venezolanos, que en los últimos años solo han salido de su país con un propósito: vivir mejor.