Aunque parezca un absurdo sacado de una de las obras de Virgilio Piñera, lamentablemente no lo es: para el castrismo hasta producir yuca es un problema.
Este 5 de febrero la página web de la emisora estatal Radio Victoria, de Las Tunas, reveló en un artículo que a excepción de Amancio, todos los municipios del mencionado territorio oriental, incumplieron con la siembra de yuca, alimento muy consumido por los cubanos, y que en muchos hogares complementa la dieta de las familias "y del cual se deben plantar unas 13.42 hectáreas por cada mil habitantes".
Señala el texto que el balance del cultivo de yuca asciende a 7194 hectáreas "y al cierre de diciembre de 2020 apenas sobrepasaba las 5142, con un déficit de más de 2051 hectáreas".
Pero no puede ser de otra manera, debido a todas las carencias que sufren los agricultores para desarrollar sus labores en el campo. Esperar que sin recursos, dígase combustibles, maquinarias, fertilizantes, o simplemente créditos, puedan llegar a esos niveles de producción, es como pedirle peras al olmo.
A pesar de esto, refiere el medio que "la estrategia de la delegación del Ministerio de la Agricultura prevé lograr el balance en la campaña de frío 2021-2022, por lo que faltarían por plantar dos mil 600 hectáreas, teniendo en cuenta las superficies que se deben cosechar en el periodo".
Recordemos que este cultivo ha ganado importancia para el régimen en los últimos dos años, pues con él se está produciendo una harina que contribuye a suplir el déficit de la harina de trigo que la administración de Miguel Díaz-Canel no puede adquirir en el mercado internacional debido a la falta de recursos económicos.
"Además de la comercialización directa a la población en placitas, puntos de venta y mercados agropecuarios, una parte del producto se procesa en pequeñas industrias para la elaboración de casabe y de harina de yuca, con la que se hacen diferentes platos".
Para cumplir el plan de producción "se organizó la siembra escalonada, tanto en la actual campaña como en las venideras de primavera y de frío, y se seleccionaron 1566 productores de los ocho municipios, encargados de impulsar el cultivo del tubérculo".
Asimismo están introduciendo "variados clones de esa vianda, más resistentes a las plagas de insectos y las afectaciones por hongos a la vez que demuestran mayor adaptabilidad a los depauperados suelos del territorio y a la escasez de precipitaciones".
Aunque hay que señalar que nada de lo anterior garantiza que se cumpla con el plan, algo que demuestran los últimos 62 años de fracaso, a pesar de que durante todo ese tiempo el régimen ha contado con un sistema de economía planificada.