Gobierno canadiense no aclara si advierte a diplomáticos sobre riesgos de “síndrome de La Habana”

Canadá se niega a decir si todavía está informando a sus diplomáticos destinados a la embajada en Cuba, o a aquellos que se dirigen a cualquier otro lugar en la isla, sobre los riesgos y los impactos duraderos de lo que se conoce como “síndrome de La Habana”
Embajada de Canadá en La habana. Foto: Tomada de Univision
 

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El gobierno federal de Canadá se niega a decir si todavía está informando a sus diplomáticos destinados a la embajada en Cuba, o a aquellos que se dirigen a cualquier otro lugar en la isla, sobre los riesgos y los impactos duraderos de lo que se conoce como “síndrome de La Habana”, o “ataques sónicos”.

Casi dos docenas de diplomáticos canadiense y sus familiares fueron diagnosticados con “múltiples deficiencias funcionales y estructurales” en sus cerebros, después de sus estancias en Cuba. Documentos obtenidos por Global News, unidad de noticias de la Global Television Network, revelaron que funcionarios presionaron a los diplomáticos que partieron de la isla en 2017, para que permanecieran en silencio sobre los riesgos.

Luego de recientes informes del New York Times y GQ Magazine, sobre fuentes de inteligencia estadounidenses que están señalando a Rusia como posible responsable de síntomas similares en diplomáticos y espías estadounidenses, Canadá se mantiene en silencio.

“Por razones de privacidad y seguridad, no podemos comentar los detalles de las investigaciones en curso, casos individuales, ni sobre medidas específicas de seguridad e información”, dijo John Babcock, portavoz de Global Affairs Canada el lunes, informó Global News.

También la oficina del Ministro de Asuntos Exteriores, Francois-Philippe Champagne, se negó a responder preguntas.

La misteriosa saga de los “ataques sónicos” comenzó a finales de 2016 y principios de 2017, cuando personal diplomático estadounidense de la embajada en La Habana, reportó síntomas inusuales, similares a los de una conmoción cerebral: pérdida de audición, pérdida de memoria, tinnitus, hemorragias nasales, problemas de visión y vértigo, entre otros.

Según el recuento de Global News, los canadienses comenzaron a reportar síntomas a principios de 2017 y hasta el año siguiente, con el resultado de más de 40 diplomáticos de ambas naciones y estadounidenses y sus familias afectados.

Sin embargo, a casi cuatro años de el “misterio”, no hay respuestas oficiales y el gobierno canadiense pelea en los tribunales contra 15 de las víctimas, argumentando que los demandantes han hecho afirmaciones “exageradas”.

El medio citado obtuvo registros que muestran que los funcionarios de Asuntos Globales del Canadá advirtieron a los diplomáticos que partieron en el verano de 2017 de no decir una palabra sobre los síntomas reportados por los que ya estaban estacionados en La Habana, y que esas sesiones informativas no mencionaban el hecho de que los niños canadienses estaban entre los dañados.

“Todos ustedes tienen una autorización secreta y comprenden las responsabilidades y obligaciones que vienen con esa autorización. Esta información no se puede compartir”, dijo una de las notas informativas.

“Allen”, un seudónimo impuesto por el Tribunal Federal para uno de los 15 diplomáticos y sus familiares que ahora demandan al gobierno por su manejo del asunto, dijo que la lista de síntomas sobre los diplomáticos salientes no se acercaba a lo que estaba sucediendo.

Según esta fuente, las sesiones informativas dadas a un nuevo grupo de diplomáticos enviados a unirse a la embajada dejaron fuera detalles clave, incluyendo que sus propios hijos habían sufrido síntomas después de que se oyera un ruido “chirriante y metálico” en su casa en Cuba.

Recordó cómo una mujer, que había sido enviada a la embajada ese verano con un niño pequeño, se le acercó varias semanas después de llegar para preguntar qué había experimentado su familia.

“Ella dijo: 'Nunca dijeron nada sobre los niños que se ven afectados'”, aseguró Allen.

Esa persona y su hijo están ahora entre los 15 demandantes en ese caso de 28 millones de dólares, informó Global News.

El político canadiense Michael Chong criticó que la administración de Trudeau está fallando a sus diplomáticos al negarse a proporcionar apoyo e información clara sobre la situación, que sigue sin resolverse.

“El hecho de que el gobierno liberal siga ignorando los llamamientos de los diplomáticos canadienses y sus familias para obtener respuestas sobre lo que el gobierno sabe sobre el Síndrome de La Habana es extremadamente decepcionante”, dijo Chong.

“Los liberales no han todo medidas para proteger a nuestros diplomáticos y sus familias, y ahora no están proporcionando respuestas sobre lo que sabían. Los liberales también deberían trabajar con nuestros aliados y funcionarios para eliminar este riesgo para nuestro personal”.

“El gobierno debe asegurarse de que los diplomáticos canadienses sean debidamente informados sobre cualquier preocupación de seguridad y que se tomen todas las medidas necesarias para garantizar su seguridad, ya sea en Cuba o en cualquier otro lugar del mundo”.

Aunque el gobierno acusa a los demandantes de exagerar la situación, ni la oficina de Champagne ni Global Affairs Canada dicen por qué, la embajada en Cuba se mantiene como un puesto no acompañado casi dos años después de los últimos informes de nuevos casos. Esto significa que los diplomáticos no pueden llevar cónyuges u otras personas dependientes con ellos.

Global News informa que Cuba es, para la diplomacia canadiense, una designación de riesgo, compartida con las embajadas en peligrosos países como Sudán del Sur, Libia y Afganistán.