La exprisionera política cubana, Xiomara Cruz Miranda, fue dada de alta médica este jueves del hospital Jackson Norte en Miami, luego de estar internada allí desde el 21 de enero.
Así lo informó en Facebook la líder de Damas de Blanco, Berta Soler, movimiento al que también pertenece Xiomara.
"Queremos recordar que salió de Cuba con un pulmón colapsado y el otro muy malo, además de otras dolencia que no recibió el tratamiento adecuado. Xiomara entró por segunda vez a prision con buena salud y los esbirros nos la entregaron casi muerta", concluyó Soler en su publicación.
Cruz Miranda, de 58 años, también miembro del grupo opositor Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), llegó el pasado 21 de enero con una visa humanitaria para tratarse en Miami.
En el aeropuerto denunció que el régimen cubano "le inyectó algo adentro" mientras estuvo presa.
En una rueda de prensa, su médico Alfredo Melgar dijo que es posible inocular mediante "una inyección" las bacterias Klebsiella, pseudomona y micobacteria que han encontrado en el organismo de Cruz Miranda, pero no dijo que hayan descubierto que fue así como las contrajo.
La activista fue condenada en 2018 a un año y cuatro meses de cárcel, acusada de "amenaza". Comenzó a cumplir su sanción en la prisión de mujeres El Guatao, y luego fue trasladada a una cárcel en Ciego de Ávila, donde acabó hospitalizada tras presentar lesiones en la piel, además de otros problemas de salud que han empeorado desde entonces.
Las gestiones para lograr la visa humanitaria a favor de la activista fueron realizadas en Cuba por Berta Soler y su esposo Ángel Moya, también opositor, con la ayuda en Miami de las exprisioneras políticas del régimen cubano Iliana Curra y Mercedes Perdigón, entre otras personas.
Asimismo, la activista y miembro de las Damas de Blanco en el exilio, María Elena Alpízar, colaboró con el objetivo de garantizar un tratamiento adecuado a la ex prisionera política.