En Matanzas la pandemia de coronavirus está dando mucho quehacer a los tribunales encargados de impartir justicia, aunque cuando de motivos políticos se trata, esta no es precisamente la labor de esas entidades, para nada independientes de la única fuente de poder en el sistema político de la isla: el partido y la cúpula militar que lo dirige.
Resulta que en esa occidental provincia se han radicado hasta el jueves pasado 233 denuncias, 135 de ellas por el presunto delito de propagación de epidemia; 42 por delitos contra agentes de la autoridad; 46 por actividad económica ilícita, receptación, especulación y acaparamiento; y una decena por otras figuras como robo con fuerza, hurto e incumplimiento de preservar bienes.
Entre las causas ya sentenciadas, destacan las condenas de privación de libertad a más de 20 matanceros por delitos relacionados con el coronavirus.
Según declaró a la oficialista Agencia Cubana de Noticias (ACN) Daysi Ramírez Naranjo, fiscal jefa en Matanzas, las fugas de centros de aislamiento y cuarentena sobresalen entre los delitos graves en la provincia, en los actuales tiempos de pandemia.
En tal sentido, Ramírez explicó que se aplicaron sanciones severas por el delito de propagación de epidemia tanto en el caso de dos ciudadanos que abandonaron un centro de aislamiento en la ciudad, como en el de un detenido fuera del perímetro de una zona de cuarentena restringida.
El Código Penal vigente en Cuba contempla la figura de propagación de epidemia para reprimir conductas en situaciones como las que vive el país actualmente, destacó la funcionaria judicial, a la vez que precisó que esta puede conllevar sanciones de tres meses a un año de privación de libertad, multas de 100 a 300 cuotas, o una combinación de ambas.
Hasta el momento, 46 denuncias fueron presentadas ante los Tribunales Municipales Populares, con 24 juicios celebrados y 27 acusados sancionados. De ellos, precisa la ACN, 20 fueron condenados a privación de libertad, cuatro a trabajo correccional con internamiento, dos a trabajo correccional sin internamiento y uno a multa.
Los delitos de mayor incidencia por los que fueron juzgados los acusados son propagación de epidemias (16), especulación y acaparamiento (5), actividades económicas ilícitas (3) y en los delitos de desacato, resistencia y desobediencia, uno en cada modalidad, detalló Ramírez al referido medio.
Sin dudas, pese a las medidas de confinamiento, las entidades judiciales del régimen están teniendo mucho trabajo. Ojalá y todos los acusados y sentenciados lo hayan sido por causas legítimas y justas, y no por la sencilla necesidad que tienen millones en la isla de salir a diario, arriesgándose a un contagio, para buscar los alimentos y otros víveres que les permitan sobrevivir varios días más en una sociedad de permanente escasez e “invento”.
