Activista cubana denuncia robo a su hijo en La Habana

La opositora Raisa Velázquez denunció ayer 11 de noviembre, en redes sociales que a su hijo le robaron el teléfono mientras abordaba el transporte público en La Habana.

Velázquez, quien se ha pronunciado en contra del Servicio Militar Activo, contó que tras varias horas en la estación policial de Alamar, en Habana del Este, su queja fue remitida hacia la Policía Nacional de Centro Habana, municipio donde ocurrió el hurto.

“La sub teniente de carpeta que lo atendió le dijo que tenía ahora que esperar a que lo llamen para decirle si el teléfono aparece o no. Lo cual todos sabemos lo que va a pasar”, escribió en Facebook.

Ante el relato del joven, que indicó que existían cámaras de vigilancia en el Parque El Curita, la militar agregó que “ninguna cámara de esas sirve”, lo que evidencia aún más la desprotección de la ciudadanía ante eventos de esa naturaleza.

El aumento de este tipo de delitos en la capital es un hecho, así lo confirmó Velázquez al decir que, durante su estancia en la estación de policía, más de cuatro personas realizaron denuncias similares:

“Les cuento que estando ahí en la espera fueron a denunciar robo de teléfono más de cuatro personas en un momento. Es increíble como están los delincuentes en las calles y no pasa NADA, nunca aparece NADA, eso solo sucede en Tras la huella. También no descarto que no sea casual, mi hijo está en un mes complicado y cualquier cosa puede suceder”, concluyó.

Velázquez ha sido hostigada por el régimen cubano por insistir en no enviar a su hijo al Servicio Militar. 

A inicios de julio expresó que “Yisel González García, segunda secretaria de la Dirección Nacional del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo en Ginebra ante el Comité de la ONU de los derechos del niño que el Servicio Militar en Cuba era voluntario, no obligatorio. Por tanto, mi hijo no va, porque él no quiere. Lo dije ese día y lo digo hoy”.

Por otro lado, esta semana un profesor universitario de la capital fue víctima de un robo con arma blanca dentro de una guagua cuando se dirigía a su centro laboral.